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Javier Mariscal: «Una sociedad culta demanda diseño»

Una exposición reúne en Sevilla los trabajos del diseñador en los últimos cuarenta años

Javier Mariscal: «Una sociedad culta demanda diseño» GOGO LOBATO

MARTA CARRASCO

Dice la biografía de Mariscal que nació en un «elegante palacete de la capital valenciana» y que es el cuarto de once hermanos. Él asegura que, «como tengo dislexia, todos mis hermanos menores aprendieron a leer antes que yo, así que me aferré al dibujo como salvación», comentaba ayer Javier Mariscal en la presentación de la exposición «Mariscal en la Casa de la Provincia», que reúne una retrospectiva de cuarenta años de sus trabajos de diseño. La muestra, patrocinada por la Obra Social de CataluñaCaixa sumerge al espectador en el universo Mariscal, según dijo la directora de la Obra Social Marta Lacambra a la que acompañaban la diputada Provincial de Cultura Beatriz Sánchez y la directora Territorial de Cataluña Caixa, Mariola López.

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La exposición reúne trabajos de diseño gráfico, portadas de periódico, cartelería, escultura, textil, muebles y varios cientos de dibujos que cuelgan a tiras a la entrada de las salas y que el espectador deberá sortear. En la Pedrera de Barcelona fue visitada pro 150.000 personas.

El equipo

Hizo su primer diseño, un bar llamado Duplex en Valencia,«cuando me lo encargaron creí que estaban locos, y entonces me busqué a Fernando Salas, que es sevillano». Salas lleva desde entonces junto a Mariscal y forma con los hermanos del artista, Santi, Pedrín y Tono el germen de la factoría con más de 30 personas.

Reconoce sentirse querido en España, «me han tratado muy bien en mi país incluso, hasta mimado». Pero su gran espaldarazo fue crear la mascota de la Olimpiada de Barcelona, Cobi. «A Cobi le debo haber hecho un curso acelerado de diseño. Fue algo en vivo, estabas haciendo cosas y salían a la calle a la semana siguiente. Una experiencia maravillosa». Ha diseñado cientos de identidades corporativas, desde emisoras de radio a bancos pasando por empresas y hasta la del partido demócrata sueco, y cree que uno puede diversificarse. «A mí lo que me interesa es buscar una identidad que les funcione. Puedes pensar que está hecho por mí o no, pero que les funcione».

Su diseño rezuma optimismo aunque él afirma sonriendo que «soy una persona bastante pesimista», y de todos los encargos que le han pedido nada se le ha resistido. «ahora hemos diseñado una lámpara que se llama “Lotek” para Artemide y es como un robot de precisión. El secreto está en trabajar con buenos profesionales. Esta exposición es el resultado de algo que se llama “Estudio Mariscal”, que es mucho más que yo».

Recuerda con pavor la España franquista, «donde no había diseño por ningún lado. Cuando viajé a Londres en el 69 me quedé asombrado de la señalética de las carreteras, aquí no había nada. El diseño lo demanda siempre una sociedad sofisticada porque hay cultura. Una sociedad culta demanda diseño. En la democracia hubo una explosión del diseño porque había que comunicar muchas cosas. Hoy los ordenadores han ayudado a democratizar el cuidado de las presentaciónes, incluso hasta los chavales lo hacen en los colegios». Para Mariscal el diseño español está marcado por la luz, «en la cultura de España hay que protegerse de la luz. Los nórdicos tienen otro tipo de relación con la naturaleza y esto marca en el diseño. Pero hoy día el diseño es un lenguaje internacional, como la literatura». Tiene muchos proyectos, entre otros repetir con Fernando Trueba tras la película «Chico y Rita». «Trabajar con Trueba es un regalo», asegura.

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