Griñán pide «unidad» al PSOE-A para «combatir las infamias» del PP

«Unidad» y «movilización» frente a las «mentiras» y las «infamias» del PP, o, si se prefiere, Estado autonómico y del bienestar de inspiración socialdemócrata frente a neoliberalismo y el cambio «sin explicar para qué» ni ofrecer soluciones. Ese tono de buenos y malos fue el que escogió ayer el presidente de la Junta , José Antonio Griñán, en su intervención ante el Comité Director del PSOE-A, el primero tras la derrota electoral del 22-M y el primero también en la indisimulada carrera electoral que inició el secretario general en el pasado Debate del Estado de la Comunidad.

En consecuencia, Griñán llamó a los suyos a la «unidad» y la «movilización» con el objetivo de que cada militante combata, usando desde la conversación en una plaza hasta su cuenta de Twitter, las «mentiras» y la «hipocresía» de la derecha para ganar las próximas elecciones, en un momento, en el que, señaló, los medios de comunicación tradicionales han hecho una «apuesta clara y nítida por la derecha», hasta el punto de afirmar que «yo no tengo medios de comunicación, tampoco los tenía Pablo Iglesias», el fundador del PSOE.

Estos fueron los principales mensajes que lanzó el presidente, que ha recuperado algo de oxígeno ante sus militantes desde la derrota electoral, gracias, de un lado, a la celeridad con la que se han apagado conatos de crisis internas —el caso más reciente es el de Almería— y, de otro, a la polémica sobre los ingresos del líder del PP-A, Javier Arenas. Sin citarlo, afirmó que no hacen falta notarios para que los andaluces sepan ya del «doble lenguaje, la hipocresía, las mentiras y la falta de escrúpulos de la derecha andaluza. Sólo quienes se consideran por encima de los demás se excluyen de las reglas de comportamiento que ellos mismos predican, sean sueldos, sea en incompatibilidades, sea en las alianzas políticas o sea en la consideración de la presunción de inocencia».

Tal como se esperaba, la autocrítica para explicar la histórica derrota electoral del PSOE se quedó en la crisis , así como en el «error» de «todos» de llevar la campaña electoral de las municipales como un «anticipo de las generales». Todo causas externas y ninguna específicamente andaluza. Por ello, Griñán no hizo ninguna mención explícita a dos asuntos que le han pasado factura al PSOE-A: la trama de ERE fraudulentos gestionados por la Junta y la revuelta de los funcionarios provocada por la reordenación del sector público. Al menos reconoció, que «hemos podido equivocarnos en algunas decisiones, porque hemos podido transmitir mensajes equivocados o porque el mensaje no ha llegado a la ciudadanía».

Ruptura de tres suelos

Las elecciones, también admitió, han supuesto la ruptura de tres «suelos» que los socialistas creían bien asentados: por primera vez el PSOE no ha sido la primera fuerza en Andalucía, ni sus votos han ido a la abstención sino al PP y la mayor participación ha beneficiado a la derecha . El consuelo para Griñán es que el PP «no tendría mayoría suficiente» con esos resultados en una autonómicas.

A pesar de ello, el presidente animó a los socialistas a hacer de la derrota una «oportunidad» e insistió en que en su partido «ningún tiempo pasado fue mejor» y ahora cuentan, además, con un candidato como Alfredo Pérez Rubalcaba. También trazó las líneas que debe seguir el PSOE hasta las generales y andaluzas, que se resumen en «unidad» y «movilización»: «un socialista, una voz, todos los socialistas una misma voz». Y esa voz, pretende Griñán, debe situar al PSOE como garante del Estado de las autonomías y el Bienestar, que, añadió, cuestiona el PP, que pide un cambio en Andalucía sin «ser capaz de explicar para qué» ni ofrecer soluciones.