Día 05/08/2011
Fue una gran lección de Manzanares, el tercer toro de El Pilar parecía tener problemas de vista o por lo menos se cruzaba. José María tuvo la inteligencia torera de mezclar lo genial y lo muy poco visto, es decir, clase en la lidia o lidia en la clase. Juntar tanta técnica y tanta naturalidad abre paso a la obra de arte que los aficionados saborearon ayer en Bayona.
Perfecto equilibrio de los redondos y de los naturales; infinitas curvas llenas de sabores sutiles y finales con trincherazos ayudados por bajo y ligazones fenomenales. Encima remató de una gran estocada. Se merecía dos orejas, pero el palco, ayer muy débil, se lo negó. También negó la presidencia cambiar el quinto toro, un inválido por completo. Ni recortaron el tercio de puyas ni el de banderillas. El público se enfadó, y la presidencia se llevó una buena bronca. La fiesta fue a menos. Sin embargo, Manzanares tuvo el detalle, después de abreviar, de matar al toro recibiendo. La clase es también parte del sentido del honor.
Sebastián Castella tocó pelo con el segundo de El Pilar. Empezó por sus tradicionales cambios en la espalda en el centro del anillo, pero su faena pareció después venirse abajo. Le faltó profundidad y temple. Parecía torear para los tendidos de sol, quienes efectivamente pidieron un trofeo, después de una espada desprendida. Este toro tenía para mucho más. Sin embargo, el francés no pudo hacer nada con el cuarto, un toro apagado, una marmota gigante del mes de febrero.
El sevillano Esaú Fernández se fue a porta gayola con el primero de la tarde, antes de confirmar su alternativa. El toro tenía nobleza y se dejaba por los dos pitones. Esaú grita mucho y sus muletazos acaban pareciendo una letanía sin emoción ni transmisión. Tuvimos que ser pacientes con el último, el mejor del lote salmantino. Esaú estuvo algo mejor en la segunda mitad de la corrida, le salieron derechazos bastante ligados. Pero da la impresión de precipitarse y, como se dice en francés, de «mettre la charrue avant les boeufs». Con los aceros, otro mitin.
