Vuelve la ira de los mercados
El temor a una nueva recesión, la exposición de la banca a la crisis de deuda soberana y las dudas sobre Grecia desatan las ventas... otra vez
MADRID
Un «déjà vu» del mes de agosto. Así se vivió la sesión de ayer en los mercados de renta variable de todo el mundo. El temor a una nueva recesión mundial, la exposición de los bancos europeos a la crisis de deuda soberana, y las dudas sobre la capacidad de Grecia para cumplir con los objetivos de consolidación fiscal, exactamente las mismas razones que hace un mes ya hundieron las Bolsas, fueron la excusa perfecta para desatar una nueva oleada de ventas en el día de ayer. Las pérdidas en los principales parqués del Viejo Continente superaron el 4%.
La mecha se encendía el viernes con los pésimos datos de creación de empleo en EE.UU., prácticamente cero. El domingo, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, atizaba el fuego advertiendo sobre el riesgo «inminente» de una nueva recesión. Ayer mismo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, contradecía a la francesa en un afán de echar un poco de agua al fuego. «Nosotros no anticipamos una recesión en Europa», dijo Barroso, y precisó que, aunque poco, «habrá crecimiento en toda la Unión Europea».
Acometer medidas
Como ya es habitual, la variedad de opiniones en el seno de la unión comunitaria alimentaron las dudas de los inversores. Ayer, durante un debate en el Instituto Montaigne de París, el actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, afirmaba —otra vez— que era «imperioso» que se aplicaran las decisiones aprobadas el pasado 21 de julio. En el mismo debate, su sucesor a partir de octubre al frente del BCE, el italiano Mario Draghi, decía que tales medidas no serían suficientes.
Por su parte, Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, pedía desde Helsinki a los países de la Unión Europea que aumentaran su presión sobre Grecia para que esta acometa las reformas a las que se comprometió. «Los mercados ven que hay problemas para aplicar el plan de ajuste en Grecia e Italia. Europa debe aumentar la presión sobre estos países para que lleven a cabo las medidas que han diseñado», aseguró el belga.
Y es que mientras los griegos hacen la vista gorda a la espera de más dinero, en Italia, el Gobierno de Berlusconi ha entrado en la irritable tónica de proponer reformas para luego echarlas para atrás. «Cuesta decirlo, pero hay que reconocer que Zapatero es el único que ha hecho algo al reformar la Constitución», asegura Miguel Ángel Bernal, del Instituto de Estudios Bursátiles.
Al norte del Rhin, la canciller Angela Merkel, que el domingo vio como su feudo, la región de Meckelemburgo-Pomerania Occidental, le negaba el apoyo en las elecciones regionales, intentó enviar un mensaje de tranquilidad al asegurar que sería «extraordinariamente peligrosa» una hipotética salida de Grecia del euro, y agregó que es necesario que todos los miembros de la eurozona continúen siéndolo.
Otro lunes negro
Así los ánimos, los mercados de renta variable decidieron enviar un mensaje a los líderes políticos. En la apertura, el Viejo Continente ya se teñía de rojo, después de que las bolsas asiáticas cerraran en negativo
Tras una caída continuada, el DAX-30 alemán se dejó al cierre un 5,28%, su peor sesión desde 2009. Le siguió cerca el indicador italiano, el FTSE MIB, que retrocedió un 4,80%. En Francia, el CAC-40 se hundía un 4,73% y en Madrid, la plaza de la Libertad asistía al desplome de un 4,69% en el Ibex-35, la tercera peor sesión del año. Renunciaba así a la intentona de rally alcista de los últimos días de agosto, ya interrumpida al cierre de la pasada semana. Al otro lado del Atlántico, Wall Street permanecía cerrado por celebrar la Fiesta del Trabajo. Julián Coca, de Inversis Banco, afirma que las causas de este nuevo lunes negro son las medidas «parche» que hasta ahora no convencen.
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