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Una exposición en el Museo dedicado al artista exhibe las obras de madurez que el creador realizó sobre la ciudad de la Alhambra
Día 03/10/2011 - 17.43h
Inauguración de la exposición sobre Sorolla en el Museo dedicado al artista en la capital de España
Veinticuatro de los cuarenta y seis paisajes que Joaquín Sorolla pintó durante sus estancias en Granada, y que se conservan en el museo madrileño que lleva su nombre, integran la exposición "Granada en Sorolla", la huella que la ciudad andaluza dejo en el artista, que ha sido inaugurada por el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, y por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
En sus tres estancias en Granada, en noviembre-diciembre de 1909, febrero de 1910 y febrero de 1917, Joaquín Sorolla realizó «unas obras de madurez, de plenitud», según el comisario, quien ha incluido también en el recorrido cartas del pintor a su familia, dibujos en los que recogió algunos detalles que le fueron interesando, así como tres pinturas del segundo jardín de la casa en el que el artista utilizó plantas granadinas. Granada era para Sorolla un paisaje solitario, « ya que, a excepción de Calle de Granada (1910), la figura humana no aparece en ninguna de estas obras. Allí se muestra como un pintor de la introspección, a un paso de la melancolía».
En paisajes de Sierra Nevada, La Alhambra, la Alcazaba, la Fuente de Carlos V, el Sacromonte o el Generalife, Sorolla reveló «una sensibilidad mucho más matizada, menos uniforme o unívoca de lo que se suele suponer». Aunque la mayoría de los cuadros que componen la exposición habitualmente se muestran en el Museo Sorolla de Madrid, «su exhibición en las salas de exposiciones temporales durante cinco meses permite descubrir las obras de un modo totalmente distinto», según el comisario de la exposición, Eduardo Quesada Dorador, quien lamentó que el Museo de Bellas Artes de Granada no disponga de ninguno de los cuadros en los que el pintor reflejó los paisajes de la ciudad.
La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y José Torres Hurtado han plantado en el jardín del Museo Sorolla un granado, haciendo así realidad «uno de los sueños del pintor».
