La relación entre Cultura y la entidad, cada vez más tensa

La falta de diálogo preside últimamente las relaciones entre la SGAE y el Ministerio de Cultura, lo cual supone una dificultad añadida para la entidad, que busca una salida a la mayor crisis de su historia después de que Eduardo Bautista y parte de la cúpula fuera detenida en la operación «Saga» tras unas elecciones sobre las que pesa la acusación de pucherazo.

Según ha podido confirmar este periódico, la entidad lleva semanas queriendo informar a Ángeles González-Sinde de su proceso de renovación, que debe desembocar en unas elecciones el próximo 16 de enero. La comisión rectora de la SGAE, formada por cinco personas, ha solicitado un encuentro informativo para dar cuenta de sus decisiones y también debido a que la colaboración del Ministerio es necesaria para cumplir los plazos de renovación. De ello depende que el cambio de estatutos en la entidad llegue a tiempo para que se evite otro pucherazo.

Pero no solo no han encontrado fecha para reunirse, sino que a la sede de la entidad ha llegado una nota de apercibimiento desde Cultura en la que se deja claro que el Ministerio no tiene la información que precisa sobre el proceso de renovación puesto en marcha en la SGAE, un programa de cambios que «puede afectar» a la gestión de los derechos de autor.

La nota ha causado cierto estupor en la entidad, puesto que no saben si esconde una velada advertencia sobre una posible intervención de las cuentas de la SGAE (algo de cuyo valor electoral nadie duda) o puede leerse en otras claves. En concreto, hay responsables de la entidad que temen que el Ministerio retarde el proceso para dar más tiempo al propio Teddy Bautista a «reordenar sus fuerzas y volver a presentarse».