Asaja denuncia al Gobierno y la Junta por falta de desmotadoras

Asaja-Sevilla ha decidido actuar ante la Comisión Nacional de Competencia (CNC) por la situación que está viviendo el sector productor del algodón —cuya producción nacional lidera la provincia sevillana, especialmente en la zona del Bajo Guadalquivir— . Tras el fuerte incremento de la demanda mundial, la producción algodonera prevista para la actual campaña, que comenzó a mediados de septiembre, es superior a las 170.000 toneladas. Sin embargo, esta sobreproducción se ha encontrado con que actualmente sólo hay operativas siete desmotadoras, lo que está generando largas colas de entrega que en la última semana han superado las 24 horas, según la organización agraria.

Esto es debido a que la reforma del algodón aprobada hace seis años por la UE provocó el cierre de 21 de las 28 desmotadoras con que contaba la comunidad. Sin embargo, el crecimiento de la demanda y de los precios del algodón ha llevado a la actual situación de «cuello de botella» en la entrega. Asaja ha denunciado ante Competencia que el Ministerio y la Junta están impidiendo «de facto» la apertura de nuevas desmotadoras, ya que sólo reciben ayudas públicas —que suponen más de 50% de los ingresos totales— los productores que las entreguen en las desmotadoras autorizadas, cuya facturación alcanzó el pasado año los 120 millones de euros.

Los más perjudicados, según el responsable de algodón de Asaja, Emilio Gutiérrez, son los más de 700 agricultores que cultivan en la margen derecha del Guadalquivir, donde no hay ninguna desmotadora, lo que les obliga a entregar su producción en la otra margen y les provoca mayor coste de transporte. La organización agraria ha instado a la apertura de la desmotadora Blanca Paloma, que tanto el Ministerio como la Junta han rechazado. Ayer mismo, la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, reiteró su rechazo a esa apertura. La responsable autonómica se preguntó si «se está denunciando un oligopolio o defendiendo los intereses particulares de alguien». «Lo que ha habido es un mayor interés en el algodón, que está obteniendo una rentabilidad de la que me alegro y espero que se traduzca en el resultado de los precios que les paguen a los agricultores algodoneros», ha aseverado.