Comunidad Valenciana

Comunidad Valenciana / L'ESPILL

EL PÁNICO POLÍTICO A LOS CAMBIOS

Compartir

Día 15/10/2011

CUANDO el todavía presidente del Banco Central Europeo, el todopoderoso Jean Claude Trichet, recordó esta semana que «la crisis es sistémica» todos creíamos una vez que no iba con nosotros. Pero cuando la secretaria autonómica de Sanidad, Nela García,dice que se cierran 260 camas y que queda aplazada la construcción de cinco hospitales comarcales valencianos, los políticos valencianos se mesan los cabellos y alertan sobre los efectos de los recortes sistémicos. Hay pánico político a reconocer el alcance de la crisis y los cambios obligados, que por otra parte ya están implantándose en la sociedad civil.

Cualquier contable que analice la gestión de hospitales, colegios, universidades o la construcción de carreteras concluye inmediatamente en la posibilidad de ajustar gastos solo a base de actuar más eficazmente. Es algo que se hace todos los días en cualquier empresa y que no es entendido en la gestión pública (valiente contradicción: gestión y pública). Por eso el coste de un enfermo en un hospital público triplica en ocasiones al coste de este mismo enfermo y con las mismas atenciones en un hospital privado. ¿Dónde está la diferencia? En la gestión de los recursos disponibles, no en la calidad del servicio.

Por eso el cierre de solo 260 camas en la red hospitalaria valenciana no tiene por qué afectar al servicio y puede suponer el ahorro de 84.000 euros al día. De hecho hasta Ignacio Subías,diputado del PSOE que ha criticado la decisión y que fue un magnífico director del Hospital General de Castellón, sabe que en cualquier hospital hay siempre un porcentaje de camas vacías según en qué especialidades. Solo se trata de darles reflejo contable y ahorrar en sábanas, servicio de catering, dotación de enfermeras, etcétera. Como hace cualquier familia con el apartamento de la playa cuando no lo usa. Lo inverna para que le cueste menos tenerlo cerrado.

Y lo mismo respecto los hospitales cuya construcción se aplaza. A lo mejor es que nunca tenían que haberse propuesto, por mucha alharaca política que supusiera. Pero entonces ningún político de la oposición ni por supuesto del partido gobernante osó protestar. Un hospital cada veinte kilómetros y un aeropuerto cada cien. Pues ahora se demuestra que es imposible, hay que ajustarse a la realidad. Cosa de la que los políticos huyen mientras las fábricas cierran sedes para concentrar el esfuerzo en una sola.

Pero esto es solo el principio. A poco vendrán la fusión de servicios y grados entre universidades. Pasará entre la Miguel Hernández (Elche) y la de Alicante. Y entre la UJI y una de las dos de Valencia. O a lo mejor entre la Politécnica de Juliá y la Universidad de Morcillo.Ya hay ayuntamientos en la comarca valenciana de l'Horta que están hablando de compartir hasta la Policía. O los Institutos Tecnológicos, que llevan más de medio año con un déficit monstruoso a cuestas. Fusiones o cambiar el modelo de gestión para seguir prestando el servicio. Pero los políticos le tienen pánico a hablar de estas realidades y lo ocultan bajo un discurso electoralista.

Lo mismo quisieron hacer las Cámaras de Comercio y ahí están la que dirige Morata en Valencia o la de José Enrique Garrigós en Alicante. Han reducido sus plantillas a la mitad y lo que es más importante: en dos años no tendrán cotizantes voluntarios que mantengan un servicio que ahora solo utilizan el cinco por ciento de ellos. Es lo que se llama el cambio sistémico en versión de Tricheto de la nueva realidad social y económica. Y quien lo teme es porque no tiene la alternativa.

  • Compartir

publicidad
Consulta toda la programación de TV programacion de TV La Guía TV

Comentarios:

Sigue abcdesevilla en...

Lo ?ltimo...

Copyright © ABC Periódico Electrónico S.L.U.