Huecco: «A veces la música manda mensajes equivocados a los jóvenes»
El artista lanza su tercer disco, que incluye la canción «Dame vida», un proyecto que aúna deporte y solidaridad

Pocos saben que Iván Sevillano, Huecco, iba para futbolista y fue campeón de patinaje artístico en 1989. Afirma que «el deporte y la música son los ejes de mi vida» y por ello no es de extrañar que esté tan volcado en «Dame vida», una idea en la que aúna sus dos pasiones. «El proyecto consiste en llevar electricidad a aquellos países que como Haití más lo necesitan a través de un balón ecológico que genera luz mientras se juega con él», cuenta Huecco. «Todo surgió —sigue— buscando en Internet un balón que fuera el 'leitmotiv' del vídeo, me topé con éste ideado por dos mujeres en Harvard y me pareció increíble. Les propuse encargarme de la parte más mediática y ponerme en contacto con campeones que pudieran colaborar mientras que ellas sólo tenían que ceder el invento. Luego vino el vídeoclip con Dani Alves, Fernando Verdasco, Pepe Reina, Pau Gasol... Tiene su mérito porque no conocíamos a nadie salvo a Calderón y, sin embargo, al final conseguimos al Kun, Jorge Lorenzo, Del Bosque… ¡un lujo tremendo!», bromea. De esta experiencia guarda multitud de anécdotas, tantas que le cuesta decidirse por una: «Desde el sentido del ritmo de Sergio Ramos al cajón a la voz de Villa todo han sido sorpresas».
Música sin ideología
No ha sido la primera vez que el cantautor extremeño se rodea de personajes famosos para grabar un vídeo. A «Dame vida» le precede «Se acabaron las lágrimas», una canción dedicada a las víctimas de la violencia de género y con la que puso a bailar a muchas caras conocidas y a políticos de uno y otro bando: «Nunca me he sentido adalid de ningún partido, por eso no tuve complejos a la hora de invitar a la gente. Creo que eso hizo grande la canción porque las acciones deben estar por encima de las ideologías», dice.
«Dame vida» también es el nombre del tercer disco de este cantante extremeño que retoma el tema de la violencia en «Luna de nata»: «Vuelvo a cantarle al maltrato porque es la continuación del proyecto. Es mi forma de reconocer el trabajo de asociaciones y anónimos y que la gente vea que no tengo una pose, ni me apunto a una moda para colgarme la medalla». Además, Huecco regresa al panorama musical dispuesto a desmantelar esa creencia de que rock&roll y drogas van de la mano: «Quería enviar un mensaje limpio a los jóvenes porque a veces la música se los manda equivocados. Bastante perdida está ya la juventud como para encima desde la música hacer apología de drogas, que hará que los chicos se pierdan aún más», sentencia Huecco.
En el disco también apuesta por el amor «ya que hay violencia y odio hasta en los telediarios» —apunta— y un mensaje de esperanza frente al cáncer en «Barriendo estrellas», compuesta para la fundación de Sandra Ibarra. Sin embargo, Huecco no se considera un abanderado de lo social: «Busco el balance y compongo temas para que la gente saque sus conclusiones pero también baile».
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