Se ha detectado, «recientemente» y «por primera vez», su presencia en las cuencas internas de Cataluña, en el embalse de La Baells (Barcelona)
Día 27/10/2011 - 12.54h
ABC
Se detectó en 2001 en el curso bajo del Ebro
El mejillón cebra ha sobrepasado la cuenca del río Ebro y se ha detectado, «recientemente» y «por primera vez», su presencia en las cuencas internas de Cataluña, en concreto en el embalse de La Baells (Barcelona), ubicado sobre el curso del río Llobregat y con una capacidad máxima de 109 hectómetros cúbicos.
La Agencia Catalana del Agua (ACA) ha informado que las analíticas practicadas en otras demarcaciones descartan por el momento la expansión de esta especie invasora.
Pese a que su presencia no altera la calidad del agua, su presencia afecta a infraestructuras sumergidas de captación, canalización y almacenamiento de agua, así como a los mecanismos, rejas y filtros que pueden quedar obstruidos por su alta proliferación.
De este modo, el sector energético -producción hidroeléctrica-, turístico y de abastecimiento de agua potable y de riego podría ver aumentado el coste de su actividad, mientras que los ecosistemas sufrirán la ocupación física y la alta capacidad filtradora del mejillón, ha precisado la ACA, que reconoce que la erradicación total del molusco es «prácticamente imposible».
Por ello, el organismo analiza ahora la aplicación de medidas restrictivas de las actividades en el embalse de La Baells, para evitar así la propagación a otras masas de agua internas.
Pérdidas millonarias
El mejillón cebra (Dreissena polymorpha) se ha expandido desde su detección en 2001 en el curso bajo del Ebro hasta su cabecera, y también a los afluentes del mismo, como evidencia su detección en diversos tramos del río Segre.
Las pérdidas económicas, según el Gobierno de Aragón, alcanzan los 25 millones de euros, mientras que solo en el caso de Endesa -que controla las tres centrales hidroeléctricas en la parte baja del Ebro- han supuesto un desembolso de, al menos, 3,5 millones.
Los investigadores consideran que el mejillón cebra llegó al Ebro de la mano de otra fauna invasora introducida para la pesca recreativa en cubas de hasta 5.000 litros de agua de ríos centroeuropeos donde estaban las larvas.
El molusco es originario del Mar Caspio y el Mar Negro, llega a medir tres centímetros, vive hasta cuatro años. Se trata de una especie muy prolífica -cada hembra pone unos 40.000 gametos-, y al tratarse de un gran filtrador acumula gran cantidad de contaminación que, junto a su pequeño tamaño, no lo hace comestible.
