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Patricia Rato: «No tengo novio»

La ex mujer de Espartaco niega mantener una relación sentimental, tal y como se ha publicado

Día 05/11/2011
Patricia Rato: «No tengo novio»
KAKO RANGEL

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Está cansada y ya no sabe qué hacer para que no le afecten tanto las cosas. Desde que se divorció de Juan Antonio Ruiz «Espartaco», Patricia Rato siempre ha intentado ser amable con los medios, poner buena cara, aunque estuviera destrozada, e intentar comprender a cuantos la persiguen por la calle, tal y como sucedió cuando salió a dar una vuelta en moto con un amigo sacerdote.

Prudente, educada y empeñada en hacer las cosas bien, lo que más le ha alterado en estos meses son las historias que se publicaron sobre su hija Alejandra, en especial cuando la relacionaron sentimentalmente con Francisco Rivera. Por ahí no pasó. Patricia quiso aclarar desde el primer momento que entre ellos sólo había una amistad de tiempo atrás y que incluso a Rivera sus hijos le llaman «tío Fran» como muestra de la cordialidad y cercanía que mantienen.

Fotos «inocentes»

Esta semana, Patricia vuelve a ser noticia tras aparecer en la portada de «Lecturas» junto a un atractivo señor, Javier Moro, con quien se dice que ha recuperado la alegría. Las fotos son inocentes, pues no hay roces ni besos; pero en el texto del reportaje se cuenta que ambos pasaron una noche en un hotel. Y es precisamente ahí donde le duele a Patricia. Ella misma me niega que exista un romance con el citado Moro; además, me asegura que no puede permitir que se diga que ha estado en un hotel o parador, pues es una falsedad que le duele especialmente. «Hacía nueve meses que no había visto a Javier. Es un amigo que conocí en septiembre de 2010, pero nada más. Quedamos para hacer unas compras», explica.

Es más, después de nuestra conversación, Patricia optó por enviar un largo comunicado a los medios para aclarar esas fotos y afirmar que desde que se separó de Espartaco no ha tenido ninguna relación. Entiendo su enfado, pero me parece exagerado el comunicado y más aún dar detalles sobre si ha estado con alguien en estos meses. De ahí a la prueba del pañuelo hay un paso.

Patricia sabe que hoy su vida ha cambiado de forma radical. Tiene todo el derecho a salir con quien quiera, pero el miedo a estar en boca de la gente impide que se relaje. «El día que tenga un amor no pienso esconderme, pero hoy por hoy estoy sola y ni siquiera tengo ganas de pensar en un hombre. Estoy volcada en mis hijos y en mi trabajo. Y me siento muy presionada, hasta el punto de que, incluso, las citas laborales las mantengo dentro de los despachos pues me preocupa que saquen fotos fuera de contexto y que perjudiquen a esas personas», cuenta.

En permanente tensión

El problema es que para llegar a enamorarse primero hay que conocerse y tal es la tensión que Patricia vive cuando se ve en boca de muchos, que prefiere no volver a repetir con un amigo antes que dar qué hablar. Una pena. El citado Moro tiene un fachón impecable y, al igual que ella, está divorciado y es padre de dos hijos. Según Patricia le acompañó a hacer unas compras navideñas, pero en las imágenes de «Lecturas» se les ve cargando el maletero del coche con bolsos que parecen de viaje o porta-trajes, de ahí que algunos insistan en esa amistad especial. Y es que tampoco tendría nada de malo, sino más bien lo contrario.

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