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Pedro Almodóvar vivió ayer una de las noches más especiales de su vida. El Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York celebraba ayer la cuarta edición de su Gala Benéfica Anual sobre el Cine con un tributo al director manchego.
La recepción incluía una cena, cuyas mesas costaban entre 25.000 y 75.000 dólares. Los fondos recaudados en la gala (patrocinada por la firma Chanel y de la que el diseñador de moda Karl Lagerfeld y la editora de la revista «Vogue USA» Anna Wintour son copresidentes) asegura que grandes obras del cine sigan sumándose a la colección del MOMA.
Exultante y rodeado de un batallón de «celebrities», Almodóvar posó en la pared de rosas instalada en el museo. El cineasta estuvo acompañado por los anfitriones, Lagerfeld y Wintour, así como por sus amigos Antonio Banderas y Penélope Cruz, copresidentes honorarios del evento.
Y junto a él estuvieron celebridades del mundo de la moda, como la supermodelo Miranda Kerr (con su marido, el actor Orlando Bloom) y la top Karen Elson; el editor de Vogue a nivel europeo, Hamish Bowles; o, la diseñadora la diseñadora Diane Von Furstenberg. También hubo representación del mundo del cine, con actrices como Drew Barrymore (que asistió con su novio, Will Kopelman), Rossy de Palma, Emma Stone, Sarah Jessica Parker, Blake Lively, Chloe Moretz, Elizabeth Olsen, Olivia Wilde.
Haciendo las Américas
No es nuevo que Estados Unidos quiere al director, pero este reconocimiento supone un nuevo espaldarazo a la extensa carrera del manchego. Almodóvar, ganador de dos premios Oscar, aseguró que el MOMA le abrió las puertas de Estados Unidos. Hace poco, el director comentaba en una entrevista que este museo fue «el que me descubrió» en 1984, en el festival New Directors New Films, «cosa que yo estoy muy honrado porque cuando fui a las oficinas vi las fotos de un montón de directores que yo admiraba muchísimo y que habían participado en el festival con sus primeras películas».