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Día 23/11/2011
Los niños que sufrieron retraso de crecimiento fetal presentan con frecuencia un desarrollo cerebral diferente, que se manifiesta con trastornos conductuales y del aprendizaje. Hasta ahora este problema era «invisible» en los primeros años de vida y solía diagnosticarse cuando el daño era ya irreversible. Para mejorar las expectativas de estos niños, investigadores del Hospital Clínic de Barcelona, dirigidos por el doctor Eduard Gratacós, han diseñado el primer sistema de detección precoz de estas alteraciones que permitirá avanzar en tratamientos preventivos y personalizados. El método, basado en el estudio de biomarcadores, consiste, según Gratacós, «en estudiar el cableado del cerebro» para determinar el riesgo en cada caso, en función de las conexiones cerebrales. El proyecto ha sido financiado con 1,2 millones de euros por la Obra Social de La Caixa y podría saltar a la práctica clínica en cinco años.