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La Operación Puerto, en el banquillo

Más de cinco años después, el juez cita a Eufemiano Fuentes y otros seis acusados en la trama de dopaje

MIGUEL ÁNGEL BARROSO

D El fantasma de la Operación Puerto levita sobre el deporte español desde mayo de 2006, cuando la Guardia Civil procedió a las detenciones de los presuntos responsables de una trama de dopaje encabezada por el médico Eufemiano Fuentes. El oscurantismo al que quedaron condenadas aquellas investigaciones ha sido el argumento principal que ha engordado las sospechas sobre el éxito de nuestros deportistas y ha lastrado las candidaturas a grandes eventos. Entonces no estaba perseguido penalmente en España el tráfico de sustancias dopantes, de modo que el juez instructor, Antonio Serrano, se centró en el delito contra la salud pública y se negó a confirmar la identidad de los clientes de Eufemiano y a facilitar pruebas y muestras a los organismos competentes para imponer sanciones. De hecho, archivó el caso en dos ocasiones, aunque la Audiencia Provincial de Madrid ordenó su reapertura. Ayer, el titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid abrió juicio oral al famoso galeno y a

otras seis personas, que se enfrentan a penas de hasta dos años de prisión e inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante ese mismo tiempo.

D En la causa están imputados por un delito continuado contra la salud pública Eufemiano Fuentes; su hermana Yolanda; el hematólogo Merino Batres; el médico Alfredo Córdova; el ex director del equipo ciclista Liberty Seguros, Manuel Saiz, y los entonces responsables del Comunidad Valenciana (antes Kelme), Vicente Belda y Ignacio Labarta. En el juicio están personados como acusación particular el Consejo Superior de Deportes, la Agencia Mundial Antidopaje, la Unión Ciclista Internacional y la Federación Española de Ciclismo. Los acusados realizaban un proceso de «glicerolización»: preparaban concentraciones de hematíes con un alto nivel de hematocrito que se transfundían a los deportistas. Según el fiscal, ponían en peligro la salud de sus clientes, ya que aumentaba la viscosidad de la sangre y, por tanto, el esfuerzo del corazón. Al menos durante 2006, Fuentes y Merino Batres —jefe del servicio de Hematología del hospital La Princesa de Madrid— llevaron a cabo extracciones sanguíneas

a los interesados; después, centrifugaban las muestras y obtenían un concentrado de hematíes. Saiz, Labarta, Yolanda Fuentes —a la sazón jefa del equipo médico del Comunidad Valenciana— y el ex ciclista Alberto León, fallecido en enero pasado, contrataban los servicios de estos facultativos «a cambio de una remuneración económica». Las extracciones y transfusiones sanguíneas se realizaban en habitaciones de hotel «sin las suficientes garantías higiénico-sanitarias», añade el ministerio público.

El material se transportaba «en mochilas sin refrigeración alguna y sin una identificación clara». La Operación Puerto provocó la reforma de la ley antidopaje en España, castigó a algunos corredores cuyos supuestos motes aparecían en las bolsas de sangre (Ullrich, Basso y Valverde, entre otros) y dejó una niebla de dudas. «Sólo una parte de mis clientes eran ciclistas», declaró Fuentes en su día. Las pruebas duermen el sueño de los justos en un laboratorio de Barcelona.

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