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Denuncian «enchufes» de familiares en el hospital de Huelva

El director del Centro de Transfusiones creó plazas para su hijo y cuñada, según CSIF

JAVIER AZCÁRATE

Responsable del servicio informático, administradora, supervisora y coordinador técnico para el Centro de Transfusiones Sanguíneas de Huelva. No se trata de la relación de vacantes de la relación de puestos del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para este servicio ubicado en el Hospital Provincial Juan Ramón Jiménez de la capital onubense. Son los nuevos empleos creados a medida por el director del citado centro, Dalmiro Prados, para sus familiares y amigos. Plazas todas ellas fuera de la bolsa de trabajo del servicio público de salud y con funciones desconocidas y que han sido ocupadas por su hijo, nuevo responsable del servicio informático, y su cuñada, flamante administradora.

D El sindicato CSIF denunció ayer estas prácticas abusivas, habituales en este centro desde que Dalmiro Prados lo dirige. Mientras tanto, el mismo sindicato acusa al directivo de coaccionar al resto de los once trabajadores del centro a los que «obliga a trabajar más horas de las estipuladas y acudir al centro durante los días marcados como de descanso obligatorio», según denuncian. Además, desde la central sindical alertan de la precaria situación del centro durante las noches y los fines de semana cuando tan solo permanece en las instalaciones un técnico que no puede abandonar su puesto de trabajo en ningún momento ante la posibilidad de que pueda llegar una urgencia en cualquier momento. Desde este servicio se coordinan todas las transfusiones sanguíneas y el suministro de sangre de todo el hospital provincial de Huelva. Así sucede desde la reestructuración del centro llevada a cabo en 2008 y que permitió la transferencia de competencias desde el área de Hematología del complejo

hospitalario. A partir de ese momento, el director decidió que el servicio siguiera contando con el mismo personal a pesar de duplicar su carga de trabajo con lo que el personal comenzó a tener que ejercer su trabajo incluso en horas fuera de su jornada laboral.

Así las cosas, desde CSIF se denuncian los graves casos de enchufismo que se están produciendo en el centro en puestos ajenos a la capacidad operativa del mismo y con funciones que no aparecen reflejadas en ninguna oferta de empleo público. Mientras el personal del servicio es obligado a trabajar más horas de la cuenta, sus amigos y familiares contratados figuran con sus plazas inexistentes y prescindibles.

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