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«Posh» se lleva el premio a Firma del Año 2011, consolidando su carrera como diseñadora. El adiós definitivo a la Spice Girl
Día 15/12/2011 - 13.44h
AP
La diseñadora Victoria Beckham, anoche en Londres
Cuando Victoria Beckham se lanzó a diseñar ropa, muchos se temieron que el resultado sería solo el capricho de una Spice Girl que coleccionaba Birkins de Hermès y zapatos de Blahnik. Anoche, Beckham calló definitivamente todas esas bocas.
La británica fue la ganadora a Firma del Año en los British Fashion Awards (algo así como los Oscar de la moda en Reino Unido), por encima de nombres nominados como Tom Ford, Stella McCartney y Burberry. «Posh» daba carpetazo a su cuestionado pasado estilístico de estrella del pop con uno de los premios más prestigiosos de la industria. Eso sí, fiel a su filosofía de «estoy más guapa sin sonreír», posó seria con su galardón.
A estas alturas Beckham ya se ha colado en los armarios de un tropel de celebridades: desde las supermodelos Elle MacPherson o Heidi Klum hasta Jennifer López, Drew Barrymore o Blake Lively. Adoran sus vestidos ceñidos al cuerpo. No obstante, conseguir el visto bueno y la credibilidad de la industria no fueron tarea fácil. ¿Cómo se consigue pasar de una fashion victim a una diseñadora respetada? «Soy consciente de los prejuicios de la gente», confesaba Victoria hace unas semanas a Women's Wear Daily. «Pero el producto habla por sí solo... Cuando empecé, recuerdo a Marc Jacobs diciéndome: Siempre que la calidad sea genial, la gente podrá decir que no es su gusto personal, pero no podrán decir que es basura».
Lo cierto es que Beckham superó las expectativas desde el primer momento y la expansión de su negocio habla por sí sola: para su primera colección, produjo 400 vestidos y contó con nueve puntos de venta internacionals. Hoy Victoria produce 5.000 piezas que se venden en 300 tiendas en todo el mundo. «Aunque intento dar pequeños pasos, el negocio está creciendo muy rápido», decía Beckham al Telegraph. «Nuestro volumen de ventas ha aumentado un 120 por ciento año a año. Creo que eso es muy impresionante para cualquier estándar».
Tanto es así que los vestidos de Beckham se agotan en seguida. Holly Rogers, directora de compras en Net-a-Porter, decía que no importa qué cantidad de vestidos lleven a la tienda, que vuelan de las estanterías.
Las reinas de la moda «british»
La noche fue eminentemente femenina y es que Sarah Burton, directra creativa de Alexander McQueen, se llevó el premio a la Diseñadora del Año. Un reconocimiento muy merecido ya que la británica ha sabido recoger el testigo creativo del desaparecido diseñador, mantener el espíritu de la firma y al mismo tiempo imprimir en las colecciones su inspiración particular. Burton tuvo dos hitos «fashionistas» este año: el vestido de novia de Catalina de Cambridge (que después fue copiado hasta la saciedad) y el vestido de dama de honor, también blanco, de su hermana Pippa Middleton para la boda real.
Alexa Chung
La tercera protagonista de la noche fue la modelo y presentadora Alexa Chung. Ella fue una de las primeras dentro del fenómeno «it girl» (o chica de moda) en Reino Unido y anoche barrió a la propia duquesa de Cambridge para coronarse como Icono de Estilo por segundo año consecutivo.
