Nuevo futuro para la Orquesta de Córdoba. Los representantes de los músicos han cerrado ya su ronda de contactos con el Consejo de Administración del Consorcio que rige la formación sinfónica y, aunque no han conseguido ningún avance significativo respecto a la sede, su asignatura pendiente desde hace veinte años, sí que han logrado al menos conseguir que se escuchen algunas propuestas.
El presidente de la Comisión Artística de la Orquesta, Fermín Galduf, explicó ayer a ABC que en los contactos mantenidos se ha hablado, entre otras cosas, de las aportaciones que las dos instituciones, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, realizarán para la formación sinfónica.
En él, explicó Galduf, el Consistorio realizará una aportación ligeramente superior a la de la Administración autonómica. Si esta dará 1,3 millones, el Ayuntamiento llegará a los 1,381.000, frente a las rebajas que sufrió el presupuesto de la Orquesta de Córdoba durante este año 2011 y a los recortes de los últimos tiempos. Así lo aseguró Galduf, que se dio por satisfecho con el esfuerzo económico realizado por las Administraciones, pero también tiene una amplia lista de proyectos para el futuro. No en vano, como recordó, el presupuesto será el más limitado de todas las orquestas de Andalucía. Ascenderá a casi 2,7 millones de euros entre la aportación de las dos Administración, según comentó el presidente de la Comisión Artística de la Orquesta.
La principal es que los músicos se puedan sentar en el Consejo de Administración con un representante, algo que ya sucede con normalidad en otras formaciones andaluzas, como las de Sevilla y Granada. El criterio es que los miembros del consorcio, formado por representantes políticos de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento, escuchen la voz de quienes se suben al escenario. «Somos más de 60 titulados superiores y todos pueden aportar mucho. Nadie como nosotros estamos interesados en que esto vaya bien», afirmó Fermín Galduf.
De hecho, uno de los planteamientos de los músicos es que la Orquesta de Córdoba tenga «otro modelo de gestión», algo más enfocada hacia lo comercial. Esto supondría, apuntó Galduf, que la formación sinfónica actuaría como «palanca ideal para movilizar el turismo ideal de Córdoba», en una expresión que salió a la luz en las conversaciones. «Serviría para vender la marca Córdoba», explicó, y para ello puso un ejemplo: la Orquesta de Oviedo formó parte de una misión comercial asturiana a China. «Sería un instrumento que tendría una utilidad económica para la ciudad y para la provincia», insistió.
No significa que la Orquesta se pueda autofinanciar, pero sí que pueda «dar dinero y traer turistas» a la ciudad y a la provincia. Y no sólo en Córdoba, porque puede «actuar como embajadora de la ciudad» en distintas actividades en el exterior. Por eso puso como ejemplo la gira por Austria y la República Checa en el otoño de 2008, en que se podría haber aprovechado el viaje para dar a conocer algún sector de la economía cordobesa.
Profesional y comercial
El modelo, dijo, sería «más profesional y más comercial», pero también incluiría un proyecto ya en marcha: la implicación de entidades privadas, tanto en el patrocinio como en la búsqueda de nuevos miembros para el Consorcio. Eso sí, para los miembros de la formación es fundamental que los más altos responsables se hayan comprometido a solucionar sus problemas: el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, y el consejero de Cultura, Paulino Plata.
En lo que no hay novedades es en la sede. Los músicos sugirieron el Teatro Góngora, que se estrenó precisamente por la Orquesta de Córdoba en octubre y que sorprendió por su buena acústica. El Ayuntamiento ya respondió que el nuevo recinto de la calle Jesús María se había pensado con otros usos, pero los miembros de la formación sinfónica plantean un proyecto con más amplitud de miras, aunque son conscientes de que habrá que esperar a unos tiempos con menos estrecheces económicas.
Sería la creación de un espacio para la música, un auditorio que no sería únicamente para la Orquesta de Córdoba, sino que además sería el escenario donde otras formaciones, desde corales hasta bandas de música, podrían mostrar el resultado de su trabajo. En paralelo llegaría la nueva sede. A solucionar este tema se comprometió el alcalde y el representante de los músicos no tiene más que un deseo: «Que no lo suceda como a los demás».
