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Agentes de la comisaría de San Blas-Vicálvaro y el Grupo I de la UDEF Central han detenido a cinco estafadores por defraudar más de 70.000 euros con tarjetas de crédito robadas en buzones. Los arrestados obtenían información de las víctimas a través de la correspondencia y, posteriormente, elaboraban un informe para suplantar su identidad y solicitar una tarjeta de crédito. Con la tarjeta en su poder, realizaban las extracciones de efectivo hasta agotar el saldo. Hasta el momento se les imputan 22 estafas con las que habrían defraudado más de 70.000 euros.
Las víctimas desconocían que habían pedido esas tarjetas bancarias
Tras varias gestiones con entidades financieras, los agentes pudieron constatar la existencia de numerosas denuncias por fraudes con tarjetas. En todos los casos el «modus operandi» era el mismo y el lugar de sustracción en los buzones era, principalmente, el distrito de San Blas.
Hasta las declaraciones de la renta
Del estudio de la información recopilada por las entidades financieras, así como de las denuncias interpuestas por los perjudicados y por los responsables de los establecimientos en los que se realizaban las operaciones fraudulentas, los agentes establecieron el procedimiento que los detenidos seguían para realizar las estafas. Tras robar la correspondencia de los buzones, obtenían gran cantidad de información sobre los titulares: número de cuentas bancarias, tarjetas de crédito, teléfono, domicilio, declaraciones de la renta... Posteriormente suplantaban la identidad de sus verdaderos titulares y se ponían en contacto telefónico con las entidades bancarias emisoras para solicitar una nueva tarjeta de crédito. Para ello, alegaban la pérdida de la anterior.
Los detenidos elaboraban auténticos «informes» de las víctimas con el fin de poder contestar a las preguntas que le hacían los centros de atención al cliente. En estos informes, realizados en base a la correspondencia que robaban en los buzones, figuraba el nombre, dirección, teléfono, número de tarjeta de crédito, número PIN, nómina, ingresos anuales, puesto de trabajo, nombre de familiares, dirección de correo electrónico...
Llegaban a pedir a los bancos una ampliación del crédito de las tarjetas
Finalmente los agentes identificaron a los cuatro presuntos estafadores. El cabecilla del grupo, Alberto M. A, era el encargado de acceder a los portales de las viviendas y, mediante un utensilio alargado, conseguía extraer la correspondencia del buzón. Junto a él, y realizando funciones de vigilancia, siempre le acompañaba Francisco Javier N. M. Con los datos obtenidos, los otros tres arrestados se encargaban de llamar a las entidades bancarias así como del uso fraudulento de las tarjetas. Todos son españoles.
Los investigadores han intervenido más de 50 juegos de llaves identificados con la calle y el número del portal al que pertenecían. Los agentes han podido constatar que proceden de robos en bolsos con la correspondiente documentación. Los arrestados los guardaban para ser utilizados en el acceso a los portales y así sustraer la correspondencia. La operación sigue abierta.