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El expresidente de la Generalitat José Montilla ha sido hoy designado senador en representación del Parlament catalán con tan sólo ocho votos en contra, pese al malestar que su incorporación en la Cámara alta había generado entre algunos partidos catalanes.
El anuncio de la entrada de Montilla en el Senado se topó con el rechazo abierto de ERC, C's y Solidaritat, por considerar que rebaja la figura de la presidencia de la Generalitat, la misma crítica que hizo CiU, aunque esta última ya adelantó que votaría a favor para respetar, como ICV, la decisión del grupo parlamentario socialista. Así, pese a que todos o casi todos los diputados de CiU presentes en el hemiciclo han votado a favor de la designación, por una cuestión de cortesía parlamentaria hacia el grupo que proponía los nombres, muchos de ellos no escondían en los pasillos de la cámara su nulo entusiasmo por ver a un expresidente de la Generalitat buscando acomodo en un escaño del Senado. Desde las filas de CiU se especulaba incluso con impulsar alguna iniciativa para que sea incompatible ejercer un cargo como el de senador y mantener, al mismo tiempo, el despacho oficial al que tiene derecho todo expresidente catalán.
La elección de Montilla como senador, el primer expresidente catalán en ocupar un escaño en la Cámara alta después de haber liderado el gobierno catalán, ha generado controversia en las filas del PSC, aunque ningún dirigente le ha criticado en público.
Por otra parte, fuentes próximas al expresidente catalán han informado a Efe de que Montilla no ha acudido al Parlament porque ha asistido al acto de entrega de la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo al sindicalista y sociólogo catalán Carles Navales, fallecido este verano a la edad de 58 años. Estas fuentes subrayan que tampoco resulta «habitual» que un candidato siga desde la tribuna de invitados del Parlament su designación.
Aún así, Montilla comparecerá mañana ante los medios en la sede del PSC, en un momento en que CiU presiona soterradamente para que renuncie a la oficina a la que tiene derecho como expresidente. En la votación, que ha sido secreta, 106 diputados han dado su apoyo a que el expresidente sea senador, mientras que diez se han abstenido, casi todos ellos de ERC, que ya había anunciado que este sería el sentido de su voto.
De este modo, el Parlament ha aprobado que Montilla, y la exalcaldesa de Salt, Iolanda Pineda, sean los dos nuevos senadores por designación parlamentaria, en sustitución de Assumpta Baig y Joan Sabaté, que han renunciado a su acta de senador. Al comienzo de cada legislatura, la Cámara catalana designa a ocho senadores que representan a la Generalitat en el Senado, en función de la representación que haya obtenido cada grupo en las elecciones al Parlament.
