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final de la copa davis

La «guasa» argentina

Las dos aficiones más calientes del panorama mundial viven juntas y revueltas en las gradas de La Cartuja la final de la Copa Davis, creando un ambiente espectacular

La «guasa» argentina j. m. serrano

ramón román

Las victorias de España el viernes en los dos primeros partidos de la Copa Davis provocaron que ayer pudiera quedar finiquitada la final, algo que no ocurrió. Argentina consiguió el punto gracias al dobles de David Nalbandian y Eduardo Schwank , que pasó por encima de Feliciano López y Fernando Verdasco . La poca emoción del partido no se trasladó a la grada, donde se vivió un enorme espectáculo gracias a la afición de España y, sobre todo, a la de Argentina.

La última esperanza de los argentinos tenía un nombre claro: El «Rey David». Nabaldian es un ídolo en su país , el cual confiaba en «El Gordo» para poner el 2-1 en el marcador. ABC vivió el punto de dobles en la grada en la que se citaron más aficionados argentinos, los cuales demostraron que habían aprendido muy pronto de la «guasa» sevillana.

Argentina ya dejó el pabellón alto el viernes, aunque en los dos últimos sets de Ferrer ante Del Potro la afición española dejó claro quién juega de local. El palo del 2-0 fue importante para los albicelestes, que se tomaron el tercer partido como una auténtica fiesta. Y lo hicieron desde el principio. El himno visitante volvió a retumbar en el estadio de La Cartuja , lugar en el que ayer lo más normal era ver cientos de móviles levantados intentando grabar el amplio repertorio de cánticos de los argentinos.

Tendrá que pasar mucho tiempo para que a los asistentes a la final se les olvide la canción más repetida desde la grada argentina: «Olé, olé, olé cada día te quiero más; soy argentino, es un sentimiento, no puedo parar» . Se trata de una forma diferente de vivir los partidos de la selección de Argentina, no importando el deporte. «Para nosotros no se trata de un partido de tenis o de fútbol. Nos da igual la disciplina en la que juegue Argentina, lo importante es que juega nuestro país . Yo he venido desde Buenos Aires. Llevo dos semanas en España aprovechando que estamos de vacaciones en Argentina. Primero he estado en Barcelona viendo a la familia y ahora llevo unos días disfrutando de la ciudad de Sevilla», explica Eduardo a este periódico. No es el único que ha cruzado el charco para vivir de primera mano la final de la Copa Davis. Unos 4.000 seguidores albicelestes están presentes en el graderío sevillano, si bien es cierto que muchos se han trasladado de ciudades como Málaga o Madrid. Sentimiento patriótico aparte, la filosofía del aficionado argentino está clara: «Pasarlo bien». Son las primeras palabras que pronuncia Damián, que algo más pausado que sus compatriotas, da por hecha la derrota mientras porta su camiseta de Huracán: «Confiábamos en que Del Potro venciera a Ferrer. Es imposible que le ganemos a Rafa Nadal, la Copa Davis será para España . Pero ya que estamos aquí, no nos queda otra que apoyar a los nuestros y disfrutar de esta fiesta». Y lo cierto es que la final disputada en Sevilla está siendo una auténtica fiesta, porque ambas aficiones conviven en las gradas de La Cartuja sin ninguna separación y siempre reinando el buen ambiente y las bromas. Tal es así que, eufóricos viendo que la victoria estaba a punto de producirse, toda la hinchada argentina coreó el nombre de España, a lo que los españoles respondieron con un «Argentina, Argentina». La respuesta, entre risas, no tardó en llegar: «Español el que no bote» .

Turno para los españoles

La afición española vivió el partido de dobles desmotivada debido a lo que estaba viendo y entre reproches a la elección de la pareja de dobles. Pero hoy, con Nadal en la pista, cambiarán las cosas. El español es claro favorito y, además, el partido ante Del Potro estaba marcado por todos como el duelo estrella. Se espera la mejor entrada de los tres días en La Cartuja , que desde ayer vende entradas individuales, lo cual podría suponer que se batiera el récord de asistencia que ya tiene el estadio sevillano de la final de 2004, porque la capacidad es para 27.700 asistentes. Cifras aparte, lo importante es que la afición esté con el equipo y le ayude a ganar el punto definitivo de la final para poder levantar la ensaladera, para lo cual Albert Costa mandó un mensaje: «Mañana pido que la afición esté al cien por cien con los jugadores, que sientan que está detrás». No hay duda: hoy España ganará tanto dentro como fuera de la pista.

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