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Rajoy pidió a Merkel y Sarkozy ayuda para refinanciar la deuda

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Día 11/12/2011

Cuando el presidente del PP, Mariano Rajoy, llegó en la mañana del jueves al Palacio de Exposiciones de Marsella para asistir al Congreso Popular Europeo lo hizo rodeado de un espectacular dispositivo de seguridad propio de un jefe de Gobierno. El mismo que acompañó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, o a la canciller alemana Angela Merkel. Y es que Rajoy, en su primera salida internacional desde que ganó las elecciones, ha tenido este especial tratamiento.

D Tanto su gabinete técnico, que le preparó una agenda al más alto nivel, como los responsables del Partido Popular Europeo —que lo incluyeron en el turno de discursos de jefes de Gobierno y no en el de los líderes de la oposición— han cuidado hasta el último detalle de esta visita, conscientes de que España se jugaba mucho en la puesta de largo del nuevo jefe de Gobierno ante sus colegas conservadores. Su objetivo principal, como así se lo transmitió a Merkel y Sarkozy, era garantizar que España va a hacer «sacrificios muy duros», pero que a cambio le tienen que ayudar en su problema de deuda soberana, según las fuentes populares consultadas por ABC, Una deuda que ronda los 700.000 millones, de los que unos 500.000 están en manos de bancos franceses, alemanes y británicos, y que vence en los próximos dos años. Solo el próximo ejercicio tendrá que hacer frente a 378.000 millones, y pretende hacerlo en mejores condiciones.«Nosotros no podemos seguir refinanciando a un un interés tan

alto». La ayuda podría llegar vía Banco Central Europeo.

Estas fueron las reuniones que más expectación levantaron de la agenda de Rajoy, pero otras bilaterales que se celebraron dejaron entrever algunos datos de los planes futuros del líder popular. Su primer encuentro fue con el secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos. Timothy Geithner, con el que abordó la reestructuración del sistema financiero. El interés de la Administración Obama por entrevistarse con Rajoy era tal que fueron ellos los que solicitaron la cita. Geithner se desplazó a Marsella sólo para ver al futuro presidente y en el transcurso de la conversación recomendó a Rajoy la creación del denominado «banco malo», que agrupe los activos tóxicos, sobre todo inmobiliarios, de los bancos españoles.

Recuperar a Polonia

Con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, analizó la situación de la UE después del acuerdo alcanzado para salvar el euro. Fue la reunión más larga, algo más de una hora, y Rajoy puso interés en hacer ver que la negociación del nuevo tratado es la primera ocasión que se le presenta a España para «tener voz propia». La mejor manera de pasar página de la gestión de Zapatero, en la que España no contaba en la toma de decisiones. Tan importante es para el nuevo Gobierno la etapa que se abre en Europa, que mañana se reunirá el grupo de trabajo que viene haciendo un seguimiento de la crisis en el Viejo Continente para valorar el acuerdo.

Durante su estancia en Marsella, Rajoy no quiso dejar de lado a otros países, como Polonia y Finlandia, que pueden ser «buenos aliados en el futuro para establecer mayorías de presión», según las fuentes consultadas. Con los dos jefes de Gobierno mantuvo un breve contacto. «Polonia fue socio en el pasado y funcionó muy bien. Finlandia tiene un primer ministro tremendamente europeísta que ya se había entrevistado con Rajoy», comentan las fuentes consultadas. Al margen de estas reuniones, Rajoy mantuvo encuentros informales, que no han trascendido, con los ministros de Economía de Holanda y Marruecos, así como con los primeros ministros de Portugal, Rumanía e Irlanda, según ha podido saber ABC.

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