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La nueva temporada le ha dado aire fresco a las piernas de Rafa Nadal, que iniciaba hoy su nuevo curso en el torneo de exhibición de Abu Dabi. Pero delante tenía a un David Ferrer que corría acompañado del aura mágico con que cerró el 2011.
Lo hizo todo y todo bien. Sin dar opciones a su contrincante que pronto se vio envuelto en una densa niebla en forma de reveses cruzados y derechas ganadoras que le llegaban con certeza desde el el otro lado de la pista. Demasiado Ferrer, como a finales del año pasado, para un Nadal que ya dijo llegar muy justo de forma física.
Solo el amor propio y quizá la condescendencia de Ferrer el resultado se alargó a un 6-3 y 6-2 en una hora y veinte minutos, pues el alicantino tuvo ambos sets con 5-0.
Mañana se enfrentará a Novak Djokovic por el primer título -ficticio- de la temporada. Mientras, Nadal se jugará el tercer puesto con el otro finalista de la edición del año pasado, Roger Federer, que también perdió su partido ante Djokovic por 6-2 y 6-1.
