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La jornada de paros de ayer finaliza sin incidentes, pese a la supresión de 118 vuelos
Día 30/12/2011
L. M. ONTOSO
MADRID
El segundo capítulo de la huelga de los pilotos de Iberia se cerró, de nuevo, «sin ninguna incidencia reseñable». Pese a la cancelación de 118 vuelos, operó el 68% de los vuelos programados. La reubicación de la práctica totalidad de los 10.000 pasajeros afectados por parte de la compañía aérea y el cumplimiento de los servicios mínimos hicieron que las movilizaciones apenas resultaran perceptibles en los aeropuertos españoles. Sin embargo, lejos de esa aparente normalidad, no hay indicios de avance en el conflicto entre el sindicato Sepla y la dirección de la empresa por la creación de la filial de bajo coste Iberia Express (IE), que a partir de marzo cubrirá las rutas deficitarias de corto y medio recorrido. El sindicato ha oficializado que mantendrá su pulso: ayer comunicó a la aerolínea que convocará nuevos paros para los próximos días 9 y 11 de enero. Justo Peral, jefe de la sección de Sepla en Iberia, aseguró que su intención es retomar las negociaciones e, incluso, se mostró dispuesto a acepta la intermediación de un árbitro. El pasado mes de noviembre, Sepla rechazó la propuesta de la compañía de nombrar un presidente de la mesa negociadora, ajeno a ambas partes, al que se le encomendaría la misión de alcanzar un acuerdo en torno al octavo convenio colectivo, proceso estancado desde hace dos años.
A juzgar por las declaraciones de ambos bandos, el conflicto se está enquistando. «Iberia aguantará todas las huelgas cueste lo que cueste, por muy no deseadas que sean», explicó el director de comunicación y relaciones institucionales de la compañía aérea, Luis Díaz Güell, en el transcurso de la comparecencia que ofreció en el aeropuerto de Barajas que ofreció durante la jornada huelga.
Sindicato y empresa se volverán a reunir hoy a las 11.00 horas, después de que las últimas conversaciones fueran tachadas de «paripé» por el propio jefe sindical. Iberia insiste en que la constitución de la «low cost» es «necesaria para afrontar las pérdidas en las rutas de corto y medio radio, así como para crear riqueza y empleo». Pero los pilotos recelan de la voluntad de la empresa y temen que la externalización del servicio desemboque en el despido de 5.000 trabajadores. Díaz Güell responde que, «por el contrario, esta decisión creará 500 nuevos puestos de trabajo».
En la tarde de ayer, las organizaciones sindicales minoritarias de tierra —CGT, CTA, CNT y CESHA—, convocaron una manifestación para el próximo 19 de enero. Aunque, de momento, rehusan sumarse a la huelga.
