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Grandioso Brahms

JOSÉ LUIS LÓPEZ LÓPEZ

Mientras rumores de crisis, que va siendo ya «vox populi», entre músicos y trabajadores (de la Orquesta y del Teatro) frente al director titular (una desdicha: Halffter es muy competente, y la Sinfónica excelente; ¿se enmendará ese desencuentro?), este programa, dirigido Por Antoni Ros-Marbá, ha sido un monográfico brahmsiano, incluida la brevísima, pero interesante, pieza (3 minutos) de la compositora Laura Vega (1978) «Brahmsiana» para fanfarria (2010), inspirada en la "Tercera Sinfonía». Enseguida, el poderoso «Concierto para piano y orquesta nº 2» en Si bemol mayor (1881): una de las obras maestras de Brahms y de todo el repertorio concertante, con la fundamental participación, al teclado, del extraordinario Rudolf Buchbinder (no olvidamos su excepcional monográfico Schumann aquí mismo, en noviembre de 2009). Lo que son las cosas: la ROSS, últimamente tensa con Halffter, pero solvente y admirable, se veía relajada con Ros-Marbá: demasiado relajada, diríamos, y un punto por debajo de sus prestaciones habituales en este «Concierto», que, indudablemente salvó, y aun con creces, la maestría del pianista, a pesar de las debilidades orquestales. Desde su entrada en el 2º compás del movimiento 1º; los acentos «mefistofélicos» del scherzo, «Allegro appassionato»; la genialidad brahmsiana, hoy frustrada, de un «segundo solista», el cello (¡ay!) en el «Andante»; el amable «Allegretto grazioso» final… Las paradojas de la vida. Pero no deja de ser preocupante lo que decíamos al principio. Y creemos que el Director Titular, con quien Sevilla se ha volcado, debería poner todo lo necesario de su parte para que las aguas se remansen. Tras la pausa, la Sinfónica volvió por sus fueros: La «Tercera Sinfonía» en Fa mayor (1883), otra indudable obra magistral, el paso al ultimo estilo de Brahms: inmortal el ataque inicial de los vientos en el primer «Allegro», reposo del «Andante», tema celebérrimo del «Poco Allegretto», revolucionario «Allegro» final… Es una metáfora, claro; pero «Dios, qué buen vasallo si tuviera buen señor»… Y Halffter lo tiene todo a favor… Si quiere.

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