Griñán admite más déficit del previsto y Arenas teme que se duplique
El líder del PP-A apuesta por recobrar el espíritu de diálogo de la Transición porque un Gobierno «con mayoría absoluta no sale solo de la crisis»
El Parlamento andaluz cerró ayer con un pleno final una de sus legislaturas más convulsas y que ha estado marcada por el relevo de Manuel Chaves por José Antonio Griñán al frente de la Junta, la crisis económica, seis cambios de Gobierno y escándalos, como el de los ERE , demoledores electoralmente para el PSOE. A estas polémicas se les ha unido recientemente otra sobre la suspensión de pagos de facturas por parte de la Junta, en aplicación del código 14, que significa «suspensión de contabilidad». Esta cuestión marcó decisivamente, con momentos broncos y de tensión, el último «cara a cara» que mantuvieron ayer Griñán y el presidente del PP-A, Javier Arenas , donde polemizaron sobre si Andalucía cumplirá con el objetivo de déficit que marca el Ministerio de Economía , el 1,3% del PIB .
El presidente andaluz reconoció que ese objetivo no se cumplirá , ya que el déficit de 2011 «será seguramente mayor del 1,4%» y se situará «en torno a la media» de las regiones. Así respondió a Arenas, quien teme que será del doble, al preguntarle si cumpliría el objetivo o se «superará el 2,6%».
Griñán, sin embargo, estima que toda esta polémica es fruto de la «estrategia de Arenas y de un diario de Andalucía», en referencia a ABC de Sevilla, y que tiene una intención electoral clara. Esta sospecha la extendió también a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría . Su portavoz parlamentario, Mario Jiménez , fue más allá y pidió a la Junta si se puede imputar a la vicepresidenta un «delito» a la Ley del Mercado de Valores .
El tono del presidente fue duro, hasta el punto de llamar «vagos» , cuando no «mentirosos» , a los diputados del PP a los que acusó de desconocer por pereza o de ocultar a sabiendas los datos de ejecución presupuestaria, que, anunció, colgará la web de la Consejería de Hacienda . Además, señaló que la deuda andaluza es de más de 14.000 millones de euros.
Estas explicaciones no convencieron a Arenas, quien recordó que el PSOE se negó a crear un grupo de trabajo para conocer el estado real de las cuentas andaluzas. Además, le pidió a Griñán que desmintiera que la Junta debe 1.000 millones a empresas de suministro sanitario y que pagan en 700 días; 1.200 millones en obra pública y otros 1.000 a laboratorios, entre otros impagos. «Esto es verdad y cuando quiera se lo demuestro», lo retó el líder del PP-A , quien teme que la Junta esté dilatando pagos para dejarselos todos «para el Gobierno que venga tras las elecciones».
El discurso de Arenas basculó entre la crítica propia de un líder de la oposición y las medidas que pondría en marcha si gobierna tras el 25-M . En el primer apartado se inscriben la denuncia de los incumplimientos de Griñán, como la falta de transparencia y la ausencia de comisiones de investigación, así como acusaciones a la Junta de volver a la confrontación.
En el segundo se inscriben propuestas en positivo una apuesta por el diálogo, para recuperar el «añorado espíritu de la Transición , que nos permitió grandes acuerdos por encima de afanes partidistas». Por ello, si es presidente dialogará con agentes sociales, partidos y resto de administraciones en el convencimiento de que «un gobierno con mayoría absoluta no sale solo de la crisis». Arenas insistió en la necesidad del cambio para poner fin al discurso que «sitúa al Gobierno andaluz como el Gran Hermano que todo lo controla». Y es que Arenas se ve en condiciones de dar punto y final a treinta años de gobiernos socialistas en Andalucía, máxime con un PSOE-A fracturado por crisis internas.
El Gobierno andaluz, como el Gran Hermano que todo lo controla
Griñán mantuvo el perfil que le ha caracterizado en la legislatura —con críticas a las comunidades del PP y el recurso a la crisis financiera internacional— para justificar las cifras del paro. Se vio al presidente a la defensiva en temas como los ERE, e insistiendo en la nueva estrategia de oposición al Ejecutivo de Rajoy . A Arenas le achacó que persiga judicialmente a sus adversarios políticos y de hacer un discurso de «investidura» a pesar de no haber ganado en las urnas. Al coordinador de IUCA, Diego Valderas , le acusó de querer que crezca su formación para «apoyar un gobierno de derechas». Este trató de diferenciarse del PSOE, intentando hacer ver que no pactará fácilmente con él tras el 25-M y destacando «fiascos» del presidente como la caja única .
Más sorprendente, tal como hizo notar Arenas, fue que Griñán no realizara ninguna propuesta de Gobierno. Reconoció que han sido los tres años «más difíciles de su vida», por la crisis, y anunció que hará pública la renta que tenía cuando inició la legislatura y la que tiene ahora.
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