banca cívica
El Baskonia, entre Lampedusa y la genética de la reinvención
El próximo rival del Banca Cívica sigue buscando jugadores para reforzarse

La paradoja de lo extraordinario convertido en costumbre cobra vida en el Baskonia , el pequeño gigante que se recicla cada año para cumplir eso que pasó a la historia como el axioma lampedusiano: cambiar y regenerarse para que no se mueva un solo varal. De la elite no quiere caerse. Lo ha conseguido la orgullosa entidad azulgrana, cuya receta es un secreto que Manel Comas, símbolo de ese club, resumió de la siguiente manera: «El Baskonia está donde está porque Querejeta (su presidente) no duerme».
Si esto es así, esta temporada seguro que el problema se habrá recrudecido porque no se recordaba campaña tan tormentosa para el Caja Laboral , que si ya en su genética está dotado de la indiscutible y valiosísima cualidad de la reinvención permanente como método más seguro de crecimiento, este año ha tenido que redoblar esfuerzos y hacer encajes de bolillos porque al próximo rival del Banca Cívica en San Pablo (mañana, 12.30 horas) lo ha mirado un tuerto.
Eliminado de la Euroliga en la primera fase, los dirigentes del club alavés no han podido tomarse una semana de respiro. A estas alturas aún andan buceando en los caladeros para terminar de perfilar un plantel de calidad contrastada, pero a todas luces incompleto cuando las miras son tan altas. Al equipo sólo le queda la Liga (y la Copa del Rey, claro), donde es cuarto, con un balance de doce triunfos y otros registros de chapeau teniendo en consideración la cantidad de contratiempos sufridos. No hay inquilino de la ACB con mejor balance fuera de casa (6-3) y es precisamente esta versión descafeinada del Baskonia la que mejor defensa luce de toda su historia, con 67,5 puntos de media.
Del choque de la primera vuelta parece que ha pasado una vida, pero han transcurrido 16 jornadas del Campeonato que para el Caja Laboral han sido un carrusel de cambios, un eterno desfilar de jugadores que han variado diametralmente su morfología aunque siga siendo reconocible. Han sido ya quince los elementos empleados por Ivanovic en una plantilla rediseñada sobre la marcha.
Ya no están, por ejemplo, ninguno de los tres jugadores que reclutó de la NBA aprovechando el lockout, ya que Kevin Seraphin regresó, a Reggie Williams se le rescindió el contrato porque ni se adaptó al esquema del entrenador ni superó una lesión de rodilla; y al pívot Joey Dorsey se le abrió también la puerta de salida. A ese parte de bajas se unen el visto y no visto de Goran Dragic y, recientemente, las contrataciones de dos temporeros: Matt Walsh, un tirador al que el Murcia no renovó, y Vladimir Golubovic, un pívot para una rotación famélica.
«MC»En la pintura, que está a falta de moldear, radica el gran agujero negro del Baskonia por más que Teletovic se afane en multiplicarse. Los problemas datan del verano. El Caja laboral se desprendió de Barac y Batista, pero se hizo con los servicios del polaco Lampe, ex del Unics Kazán, que se lesionó la cadera entrenándose por su cuenta… y hasta hoy. En el club estiman que podrá ya formar parte del engranaje en la Copa del Rey. Mientras, Ivanovic se quiebra los sesos. Todos los jugadores han pasado por la enfermería excepto tres (Prigioni, Nemanja Bjeliça y Oleson), así que no ha tenido más remedio que potenciar el ya de por sí marcado carácter versátil de alguno de sus pupilos. Heurtel, base, juega de escolta; Ribas, un «cf2»dos, lo hace de «cf2»uno; Nemanja, un «cf2»tres, lo hace de«cf2» cuatro; Milko Bjeliça, un «cf2»cuatro, es el «cf2»cinco titular; y hasta Teletovic, ala-pívot con alma de alero, ejerce coyunturalmente de «cf2»cinco. ¿Un trabalenguas? No, la rotación de uno de los mejores equipos de la ACB.
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