Míchel, ante un reto complejo: sumar 11 victorias en 17 partidos

El discurso proclamado por el Sevilla , a través de su presidente, desde el inicio de la temporada era claro: conseguir la tercera plaza del campeonato liguero. El propio Marcelino asumió y difundió esa meta, no consciente de que el futuro le deparaba que su periplo en el club sevillista iba a ofrecerle números muy lejanos para permitirse aspirar a alcanzar dicha meta. Tras sumar 26 puntos en 21 jornadas disputadas, el asturiano fue destituido.

El mensaje siempre ambicioso de José María del Nido respecto a no variar un ápice el objetivo primordial e inicial del equipo ha remitido en parte debido a la dura realidad. Si bien la distancia con el cuarto puesto (seis puntos) no es excesiva, la acumulación de rivales envalentonados por una liga mediocre en la que los dos grandes ya sacan once puntos o más a su inmediato sucesor, hace que clasificarse para la Liga de Campeones no sea tarea fácil.

Levante , Athletic , Español , Atlético o Málaga son competidores por una plaza, ya que el Valencia se ha hecho fuerte en la tercera posición y Osasuna o Getafe no tienen a priori el aguante y la plantilla necesaria para luchar hasta el final por objetivos tan ambiciosos.

Ante esta tesitura es inevitable hacer cuentas para saber qué números necesitará el nuevo técnico Míchel para alcanzar una meta que, a día de hoy, parece imposible. El Sevilla suma 26 puntos tras 21 jornadas disputadas, seis por debajo de Levante y Español, que empatan en la cuarta plaza con 32. Ateniéndose al antecedente más cercano, la Liga pasada, el conjunto de Nervión va a necesitar sumar 62 puntos o más para alcanzar los puestos de Liga de Campeones cuando finalice el Campeonato. Esto se traduciría en acumular 36 puntos en 17 jornadas, es decir, diez u once victorias y algunos empates de aquí a mediados de mayo. Sin duda unas cifras espectaculares y dignas de un campeón de Liga. Pero de las ligas pasadas, no las actuales en las que las diferencias entre Real Madrid y Barcelona se han convertido en abismales.

La irregularidad que está caracterizando la temporada actual invita a pensar que la última plaza para poder disputar la próxima temporada la Liga de Campeones (con ronda previa eliminatoria) va a estar más barata que en los últimos diez años aproximadamente. Desde que se juega la Liga de tres puntos por victoria, la cifra más baja con la que un equipo ha acabado cuarto en el Campeonato ha sido de 61 puntos. Aquella campaña 2002-2003 el Celta de Vigo consiguió un billete para la máxima competición internacional con 17 victorias, diez empates y once derrotas. Si trasladamos guarismos semejantes al calendario de aquí a final de temporada para los pupilos de Míchel, esto supone que el Sevilla debería ganar once partidos y no perder más de cuatro hasta la jornada 38.

Sin embargo, mal haría el club de Nervión en hacer estas cábalas desde ya y centrarse cuanto antes en ganar partidos de forma consecutiva. Los puestos de descenso están más cerca que los europeos y cuanto antes se aleje del fuego más cómodo y con más moral afrontará tan difícil tarea.

No en vano la clasificación europea (que sumaría la novena consecutiva) sí parece un primer objetivo más alcanzable. Más si cabe este año, en el que habrá una plaza más para los clasificados en Liga, toda vez que Barça y Athletic estarán con toda probabilidad al final de temporada entre los seis primeros, por lo que su plaza de campeón de Copa del Rey se trasladaría al séptimo.