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Los esquiadores invaden la ciudad

Lacoste se decanta por un look de esquí puro y duro, reinventado y llevado a la urbe

ANA UREÑA

Los «fashionistas» que acudían al primer desfile del día dentro del marco de la New York Fashion Week , quizás pensaban resguardarse de la nieve que caía sobre la ciudad desde primera hora de la mañana. Se equivocaban. La sorpresa fue cuando al entrar a la pasarela se encontraron con que dentro también había nieve. Eso sí, nieve by Lacoste.

Para su colección de otoño / invierno 2012-13, el diseñador Felipe Oliveira Baptista se inspiró en el uniforme oficial del equipo francés de esquí del año 1966, que había sido encargado a la casa Lacoste . Y para recrear su versión de un «winter wonderland» (paisaje nevado invernal), el equipo de producción ideó una instalación de peceras «ad hoc», de unos cuatro metros de alto, rellenas de plumas que simulaban copos de nieve.

A ritmo de «trance»

Las esquiadoras «vintage» de Baptista desfilaban con paso rápido y firme sobre botas y botines de cuñas (la versión actualizada de la botas Alpinas), a ritmo de una canción con toque «trance», producida con sintetizador, para ese toque retro, a juego con la ropa. Se llama «Meet me at Topazdeluxe» y es del DJ mejicano Rebolledo.

Porque no nos confundamos, el look no es aprés esquí, es esquí puro y duro, reinventado y llevado a la urbe: jerseys alpinos, leggings técnicos bicolores, chaquetas de cuero acolchadas , monos ajustados, y abrigos largos de lana, las mangas de cuero que se ajustan a los brazos recordando un poco ese efecto neopreno.

Ni rastro del polo insignia de la casa en el desfile

Aunque la línea general era minimalista contemporánea, y los colores azul, blanco y gris , también hubo sitio para los estampados, y uno en particular lo podemos definir como estampado «tweed», y es que recreaba el material a modo de trompe l’oeil, sobre blusas de seda y minivestidos.

Ni rastro del polo insignia de la casa, todas a comprar leggings de esquí urbano. Más de una hubiese pagado por llevarse uno del desfile y enfundárselo para volver a salir a la tormenta de nieve que nos esperaba fuera.

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