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LOS ESPECIALISTAS DEFIENDEN EL CORAZÓN MECÁNICO

«Son la alternativa del futuro a los trasplantes»

Nadie auguraba tan trágico final y nadie puede aún aventurar si fue el dispositivo implantado a Eufemio el que le falló o su ya deteriorada salud. A falta de los resultados del informe forense, los expertos defienden, sin embargo, el gran avance que supone el denominado «corazón artificial de larga duración», el que él llevaba desde hace cuatro meses y le permitía hacer una vida normal. El dispositivo ha sido implantado con éxito a otros dos pacientes en España (uno en Madrid y otro en Córdoba) y en el mundo hay 5.000 personas «enganchadas» a uno de estos corazones mecánicos avanzados, conectados a una batería de cinco horas y media de duración. Hasta ayer, Eufemio García estaba en esta lista restringida de pacientes no candidatos al trasplante que viven con el corazón conectado a una mochila.

Los cirujanos de Bellvitge operaron a Eufemio el pasado 23 de noviembre. Después de estar 40 días ingresado, el paciente fue dado de alta con la única prohibición de bañarse en la piscina para evitar daños en la parte exterior del sistema implantado.

D El dispositivo que le implantaron, denominado Incor, es una turbina que complementa la función de bomba que realiza el ventrículo izquierdo. Se inserta en un extremo del citado ventrículo y extrae sangre del mismo para conducirla a la aorta torácica con un flujo continuo. Todo el dispositivo es intracorpóreo, a excepción de un cable que emerge del abdomen, y que está conectado a una unidad de control con dos baterías con una autonomía de hasta cinco horas y media. Se trata de una tecnología avanzada, que a diferencia de los anteriores corazones artificiales, permite al paciente irse a su casa sin necesidad de estar ingresado en el hospital. El doctor Nicolás Manito, jefe de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca de Bellvitge y uno de los que intervino a Eufemio, defendió el lunes el uso de corazones artificiales que, según dijo, irá en aumento en los próximos años «dada la prevalencia de los casos de insuficiencia cardiaca avanzada, por la limitación de corazones para el trasplante, y

por la mejora de la eficacia de los dispositivos».

Explicó que «en el momento en el que falten órganos, en torno a un 20 por ciento de los pacientes que están en lista de espera de trasplante pueden requerir de un corazón artificial, o bien de corta duración o bien de carácter permanente, como sucede ya en otros países». El experto avanzó que estos dispositivos mejorados, junto a las mejoras en terapia de regeneración celular, «serán en un futuro la alternativa a los trasplantes».

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