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TORNEO DE DUBÁI

El otro Djokovic

ENRIQUE YUNTA

Hay un Djokovic que viste como Novak, insaciable número uno del mundo que se estrena en Dubái sin estridencias, capaz de prolongar su racha un poco más después de vencer al alemán Stebe en dos mangas (6-4 y 6-2). Hay un Djokovic que está en las catacumbas, 869 de la ATP y sin palmarés, noticia porque se le mide por su ilustre apellido. Hay un Djokovic, en definitiva, que no gana y se llama Marko, el hermano mediano de la saga, que también pretende hacer algo en la vida con una raqueta sin que de momento tenga mucha gracia. Con 20 años (20 de agosto de 1991), trata de sacar rendimiento a la denominación de origen.

Marko Djokovic ha participado en Dubái porque Novak, campeón del torneo y reclamo incalculable, ha mediado para que la organización le concediera una invitación, motivo de murmullo en el Circuito. A las primeras de cambio quedó eliminado por el kazajo Andrey Golubev (6-3 y 6-2) mientras le analizaba su mentor desde la grada. Marko, a quien una lesión en la muñeca le tuvo el año pasado diez meses sin jugar, se presenta en sociedad hablando, irremediablemente, de cuestiones de familia: «Económicamente tengo todo lo que necesito y todos los entrenadores y las facilidades de entrenamiento. Pero hay mucha presión. Todo el mundo espera que sea como mi hermano, lo que es difícil. He tratado de dejar a un lado que es mi hermano. Es mi hermano mayor y nada más».

Y también su ídolo. Comparten la afición por el esquí y también recurre a la dieta sin gluten, la más famosa del mundo porque se escribieron cientos de historias sobre ella para justificar la eclosión de Novak. «Tener un hermano así es un privilegio», dice Marko. «Me ayuda con consejos. Sabe mucho de tenis y me anima a mejorar, a no cometer los errores que él cometió a mi edad. Pero no nos podemos comparar», sentencia. Y Novak, también pendiente del pequeño Djordje —16 años—, le da la razón: «Por un lado es bueno tener un hermano que está en lo más alto. Les puedo dar buenos consejos. Pero por otro lado tienen mucha presión, tienen que madurar más rápido». Consejos de número uno.

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