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«Si Chaves viviera ahora y tuviera 47 años, estaría en el paro o esperando un ERE»

SUSANA GAVIÑA

—¿Por qué cree que el libro de Chaves Nogales sobre Belmonte se considera el paradigma por excelencia del género biográfico?

—María Isabel Cintas: Hay un comportamiento ejemplificador. Hay un ambiente sobre el que se desenvuelve ese comportamiento que está descrito con maestría, la Sevilla de principios del siglo XX. Hay un trabajo ejercido con honestidad y entusiasmo por parte del héroe, el torero Juan Belmonte, que lo convierte en modelo.

—Andrés Trapiello: Sin duda porque hizo que un asunto, el taurino, que interesa a unos pocos, trascendiera el ámbito de los aficionados. ¿Cómo? Hablando de la gente y de la vida, más que de los toros.

—¿Por qué cree que un periodista tan relevante como Chaves Nogales y con tanto espíritu cívico ha permanecido tanto tiempo olvidado en su país y aún hoy sigue siendo una figura poco conocida para muchos?

—M.I.C.: España es un país poco reflexivo y amigo de tópicos. Y Chaves era reflexivo, no se tomaba las cosas a la ligera. Quizá por ello se separó de los extremos. Defendió a la República y se fue al exilio. Se le condenó a inhabilitación absoluta y perpetua por el régimen de Franco y Franco duró cuarenta años.

—A.T.: Hasta que no se publicó, recientemente, su libro inédito «La defensa de Madrid», no tuvimos la evidencia. Hasta ahora podíamos suponer que se debió a inatención, a su muerte prematura, al exilio. Pero hoy sabemos la razón. Chaves se refirió a las Brigadas Internacionales y a los Tabores de regulares como «la escoria del mundo». No se lo iban a perdonar ni la izquierda ni la derecha, que trataron de que nadie llegara a esa demoledora y veraz crónica.

—A Chaves Nogales, un tipo que viajó por medio mundo con aviones en no muy buen estado y conoció a grandes personalidades políticas y culturales, lo persiguió hasta la Gestapo. Y murió muy joven, con 47 años. ¿Daría su vida para una buena película?

—M.I.C.: Su pasión por la profesión lo llena de encanto a la hora de imaginarnos un relato cinematográfico. Y el interés se acrecienta con el medio geográfico, variado y amplio, y los principios de la prensa viajera, y los primeros aviones comerciales, y el Madrid de la dictadura de Primo de Rivera, y la Segunda República, y la Guerra Civil… El actor que me imagino para encarnar a Chaves es Ricardo Darín.

—A.T.: Creo que a Chaves no le gustaría, era de la vieja escuela: la vida del periodista está en sus crónica, y ahí la deja toda.

—Si Chaves Nogales viviera hoy y tuviera 47 años, ¿sería un tertuliano, un columnista, un periodista de investigación o un reportero viajero de «Informe Semanal»?

—M.I.C.: Supongo que estaría siempre viajando, yendo tras la noticia, que no sería, casi seguro, la rabiosa actualidad. Iría más lejos y vería las conexiones profundas de los acontecimientos. No sería posible cogerlo para la tertulia; sí haría columnas, y buenas; por supuesto haría periodismo de investigación.

—A.T.: Si viviera hoy y tuviese 47 años, lo probable es que estuviese en el paro o esperando un ERE.

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