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El Sevilla dejó escapar vivo a un rival directo (1-1)

El Sevilla supo igualar el tempranero tanto de Salvio y fue muy superior en la segunda mitad, de ahí el sabor agridulce que dejó el empate

El Sevilla dejó escapar vivo a un rival directo (1-1) FELIPE GUZMÁN

RAMÓN ROMÁN

Todo el mundo en el Sevilla recalca cada vez que se le pregunta por Marcelino que el técnico asturiano trabajó como el que más, pero sus esfuerzos no se vieron reflejados sobre el terreno de juego . Lo cierto es que el conjunto sevillista nunca tuvo un sello de identidad propio, lo cual le llevó a coquetear con el descenso. Pero ahora, con Míchel , ha habido un lavado de cara bastante contundente. No ha cambiado demasiadas cosas el entrenador madrileño, pero sí que lo ha hecho y mucho el conjunto nervionense. Porque este Sevilla va siempre a por los partidos y, aunque tenga fases en las que se vea superado por su rival, nunca le pierde la cara a los encuentros. Fue lo que le pasó anoche, cuando se encontró con un tempranero gol en contra y totalmente descolocado en el centro del campo. Pero con el paso de los minutos y siempre manteniendo la fe en la remontada , los jugadores sevillistas fueron ganando protagonismo sobre el terreno de juego hasta que consiguieron empatar. El punto deja un sabor agridulce porque enfrente estaba un rival directo como el Atlético de Madrid , pero la realidad es que el Sevilla, que estuvo ocho jornadas consecutivas sin ganar, lleva ahora tres seguidas sin perder. Un siete de nueve que le hace seguir aspirando a Europa, aunque la Liga de Campeones se ha alejado un poco.

Míchel dejó entrever en la rueda de prensa previa al partido que Babá sería el sustituto de Negredo, y así fue. E l senegalés fue la referencia arriba , apuesta que le salió bien al técnico porque el delantero terminó siendo protagonista. Pero el partido no comenzó nada bien para el Sevilla , ya que, casi sin tiempo para situarse sobre el césped, ya iba por detrás en el marcador. Salvio aprovechó un centro perfecto de Gabi para rematar de cabeza ante la poca oposición de Fernando Navarro . Al Sevilla le tocaba, por tanto, repetir remontada como la que hizo ante el Valencia. Pero la primera mitad no fue buena. Recordó más al antiguo equipo sevillista. Totalmente perdido en el centro del campo, con un Rakitic pasivo y bastante fallón, los de Míchel jugaron muy partidos . La defensa estuvo bien, pero luego sólo Reyes y Jesús Navas llevaron peligro al área rival gracias a su velocidad. No terminó de encontrarse cómodo el Sevilla, que tuvo alguna ocasión, pero que mereció llegar por detrás al descanso.

Capacidad de reacción

Salió con otra cara el cuadro de Nervión tras el paso por el vestuario y, sobre todo, a raíz del doble cambio que hizo Míchel. El técnico dio entrada a Trochowski por Rakitic y a Fazio por un lesionado Spahic, y pronto el dominio sevillista en el centro del campo fue total. La segunda parte fue claramente local y sólo había que esperar el transcurrir de los minutos para que el empate llegara. Simeone no movió el banquillo y los suyos lo pagaron sobre el césped. El cansancio hizo mella en el Atlético de Madrid, que se vio sobrepasado por un Sevilla mucho mejor físicamente. Pero antes de todo esto Jesús Navas ya había dejado claro que no iba a parar hasta que empataran. El extremo se marchó una y otra vez de sus oponentes, hasta que consiguió poner en bandeja el tanto del empate. Lo anotó Babá , que se estrenaba como titular y también como goleador con la camiseta sevillista. Corría el minuto 53 y la sensación fue que los de Nervión remontarían por segunda semana consecutiva.

Pero no fue así. Las llegadas al área rival, sobre todo por la banda de Navas, no cesaron, pero le faltó acierto al Sevilla y, quizás, más protagonismo de un José Antonio Reyes que otra vez fue de más a menos. Babá lo siguió intentando, pero también acusó el paso de los minutos, hasta el punto que tuvo que ser sustituido por Manu del Moral al sufrir calambres . Y precisamente el ex del Getafe sería el protagonista de los últimos minutos del encuentro, con un Sevilla totalmente volcado y un Atlético de Madrid que sólo se limitó a salir en alguna que otra contra aislada, eso sí, sin mucha convicción.

Del Moral hizo el 2-1 en el último minuto del encuentro , pero el colegiado, que permitió un juego demasiado agresivo, anuló el tanto por fuera de juego del delantero, que estaba un poco más adelantado que la defensa. Fue la última ocasión de los de Nervión, que acumulan su tercera jornada consecutiva sin perder, pero que se marcharon con el sabor agridulce de haber dejado escapar una victoria ante un rival directo que llegó al Ramón Sánchez-Pizjuán con muchas bajas importantes. Sigue a tiro de pieda la Liga Europa para los de Míchel, aunque la victoria del Málaga les aleja un poco de la Liga de Campeones, el verdadero objetivo sevillista .

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