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Francia, un paso por delante

El Gobierno galo endurece sus leyes contra el dopaje y vuelve a marcar la pauta internacional

JOSÉ CARLOS J. CARABIAS

Por encima de sus irónicos monigotes de mal gusto propiedad de una televisión privada, Francia impone como país otras normas de conducta. Implacable en la lucha contra el dopaje, vuelve a dar un paso por delante. En breve todos sus deportistas —y no los extranjeros que visitan su territorio para competir— estarán obligados por una ley de la Asamblea Nacional a utilizar el pasaporte biológico, una especie de carné de identidad de su sangre que emplea desde hace años la Unión Ciclista Internacional. En la misma línea, podría ser acusada de delito toda aquella persona que utilice sustancias dopantes.

«Hay una brecha entre los objetivos y la realidad», dijo Bruno Genevois, el presidente de la Agencia Francesa para la Lucha contra el Dopaje (AFLD), en la inauguración del 12º coloquio nacional para el control y la prevención del dopaje. Es decir, Francia no quiere aceptar el viejo axioma que circula por el deporte: los ladrones siempre van por delante de la Policía.

Francia empieza por los suyos. La AFLD se encargará de elaborar un pasaporte biológico a todos los deportistas franceses. Cualquier anomalía sanguínea o de otro tipo será síntoma o indicio de un posible dopaje. Este sistema permite vigilar a los sospechosos, dirigir los controles sorpresa y ganar tiempo en las pesquisas.

El ministro francés, David Douillet, pretende avanzar en ese sentido. Al considerar delito el uso de sustancias dopantes, los agentes policiales tendrán a su disposición herramientas de investigación para obtener información que les permita atacar a las mafias que están detrás del dopaje enlazadas con las apuestas ilegales. Un alto dirigente español tuvo serias sospechas de que era vigilado por estas redes mafiosas. Los franceses van más allá. Del dopaje al fraude de los chanchullos que mueve miles de millones.

En España la gente se ha quedado con las anécdotas, las payasadas de Yanick Noah respecto al dopaje sistemático de los héroes ibéricos —al que reprendió públicamente el ministro Douillet, exjudoka para más señas—y en los guiñoles que se mofaban de todo el mundo. Pero no en la esencia: Francia siempre va por delante de España en materia de dopaje. El Gobierno español modificará en breve la ley para adaptarla a los requerimientos de la AMA, mientras que Francia lleva años empujando. El laboratorio de Chatenay-Malabry creó en el año 2000 el test para detectar la EPO en la orina. En 2006 el Gobierno dio plenos poderes a la Agencia Antidopaje (AFLD), y en 2008 homologó el protocolo para descubrir la EPO CERA en la sangre.

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