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Diez pasos para luchar contra un bar ruidoso

La asociación Juristas contra el Ruido ofrece diez consejos para acabar con las molestias que causan en las viviendas los establecimientos que superan el límite de decibelios

Diez pasos para luchar contra un bar ruidoso ABC

m. moguer

Viernes por la noche, centro de una ciudad. En el primer piso del bloque de viviendas se escucha la cocina del bar de abajo como si estuviera al final del pasillo. La terraza, llena de gente, no deja ni ver la televisión. Algo así le pasó a un bloque de viviendas de Sevilla Este y el bar que les amargaba la existencia ha sido condenado a pagar 16.000 euros de indemnización a los vecinos. ¿Cómo luchar contra eso? La asociación de Juristas contra el Ruido ha elaborado un decálogo de medidas para acabar con esta molestia. No garantiza que sea en poco tiempo ni que sea fácil, pero es un comienzo:

1. Conciencia del ruido . Hay que darse cuenta de que el ruido puede causar serios problemas de salud. No de forma puntual, pero sí cuando se vive sometido a él durante mucho tiempo.

2. Conocer sus derechos. La asociación pide a los ciudadanos que se informen. «Consulte la legislación». Así podrá ver qué armas tiene para luchar y hacer valer sus derechos.

3. Buscar ayuda. Asociaciones, abogados, comunidad de propietarios... Toda colaboración es poca. «Los medios de comunicación o el Defensor del Pueblo pueden ayudar a que su queja sea escuchada», explican desde Juristas contra el ruido. «Escriba a unos y otros».

4. Identificar la causa del ruido. La recomendación de la asociación es hablar con el causante «firme pero educadamente». Aconsejan también que, cuando se produzca la conversación, le acompañe alguien de confianza. Y, sobre todo, que se intente llegar a un acuerdo.

5. Todo por escrito. Si hay acuerdo, que quede, negro sobre blanco, reflejado en un documento. Si no lo hay, igualmente el consejo es reflejar el daño que se está sufriendo (con fecha, horas, decibelios...) y hacérselo llegar al causante. Siempre con acuse de recibo y constancia de su contenido.

6. Acudir a la autoridad. Ayuntamiento, Policía Local, consejería de Medio Ambiente... Y hay que recordar el punto anterior: todo por escrito. Actas de intervención, escritos elevados al Ayuntamiento... Que nada sea de palabra para que quede constancia.

7. Ir a los Tribunales. Si el problema sigue en pie, contundencia. «Pida el cese de los ruidos y la indemnización correspondiente», explican desde Juristas contra el Ruido.

8. Prevenir antes que curar. Si va a alquilar una vivienda o a comprarla, la asociación aconseja visitarla también de noche. ¿Está cerca de una «zona de marcha»? ¿Tiene un bar justo debajo? Son datos a tener en cuenta para mudase a una nueva casa.

9. Aislar la vivienda. Si ya está viviendo en su casa y el punto ocho no procede, mejorar los cristales y las puertas no solo reduce el ruido, «además ahorraría energía». Además, «Si la construcción es relativamente reciente podría reclamar al constructor que corrija a su cargo los defectos de aislamiento».

10. No desesperar nunca. El ruido es molesto, es dañino y puede volver «loco». Esta asociación de abogados recomienda, en última instancia, no resignarse. Insistir tantas veces como sea necesario buscando ayuda especializada. Guardar todos los documentos, denuncias, partes médicos... Encontrar resistencias es normal, dicen. Pero hay que «ser tenaz» para acabar con este problema.

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