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Recogida del trigo / José Prieto
Siega del Cereal

La sequía mermará un 26% la cosecha de trigo duro en Sevilla, pero no afectará a la calidad

El parámetro «GMF», que determinó los precios del trigo duro en la pasada campaña, desaparece y en la Lonja de Cereales de Sevilla vuelven a operar los trigos tras varias semanas sin operaciones

24 mayo 2021, 07:10

Las primeras cosechadoras ya han entrado en las parcelas de trigo duro, concretamente, en aquellas que están más adelantadas en la campiña de Sevilla. La siega del cereal avanza en localidades como Écija, Carmona o Marchena y, si el tiempo lo permite, este lunes se enfrentarán a la segunda semana de una cosecha que llega adelantada.

En la provincia, con apenas un 5% del grano recolectado, surgen los primeros pronósticos de una campaña que se estima «media-baja en cuanto a volumen y muy irregular en cuanto a rendimientos», señala el técnico de cultivos herbáceos de Asaja Sevilla, Fernando Rodríguez.

Los agricultores asumen la campaña con un sabor agridulce. Por un lado, «hay cierto escepticismo porque se da por sabido que habrá una merma de cosecha», pero, por otro lado, «hay buenas perspectivas en cuanto a precios».

Así las cosas, Asaja Sevilla hace una previa valoración de la cosecha de cereales en la provincia, subrayando que «como el grano recolectado apenas alcanza al 5% de la superficie sembrada de cereal, estos pronósticos preliminares podrían sufrir alguna variación conforme la siega vaya avanzando».

La climatología

No obstante, lo que sí se puede constatar es que la climatología no ha favorecido al desarrollo del trigo esta primavera. «El déficit de pluviometría, con un mes de marzo que ha sido especialmente seco, junto a unas altas temperaturas y vientos asolanados de Levante, han mermado el correcto llenado y granado de las espigas», explica el técnico de la patronal agraria.

En el caso del trigo duro esto se traduce en «una merma productiva» lo que, unido a una caída en la superficie de siembra, «el resultado estimado para esta campaña es una cosecha hasta un 26% inferior respecto a la campaña 2020».

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Campo de trigo / Agrónoma

En el campo sevillano la superficie sembrada de trigo duro, aunque aún no hay datos oficiales al no haber terminado el plazo para presentar la solicitud única de la PAC, se valora en unas 66.000 hectáreas, «entre un 6-7% menos que el año anterior».

A esto se suma que los rendimientos medios obtenidos en los primeros días de cosecha «oscilan en una horquilla entre 2.600 y 2.800 kilos por hectárea», por lo que se podría hablar, a día de hoy, de «una cosecha entorno a las 176.000 toneladas, un 26% menos que en 2020».

La superficie que ha perdido el trigo semolero la ha ganado el trigo blando y el triticale, que vuelven a crecer en extensión como viene siendo habitual en los últimos años. Así, las siembras de trigo blando alcanzan las 71.000 hectáreas en la provincia, y las de triticale crecen hasta cerca de las 30.000 hectáreas.

No obstante, los rendimientos tampoco han sido buenos para estos cultivos, con una media «entre 3.200-3.400 kilos por hectárea», dándose la circunstancia de que «muchas parcelas de triticale que estaban muy afectadas se ha tenido que derivar a alimentación animal y se han destinado a henificación, en lugar de cosecharse para grano», apunta Fernando Rodríguez.

Calidad asegurada

En cuanto a la calidad del trigo, los primeros granos cosechados no estarían afectados, por lo que «podríamos estar ante una campaña de menos kilos pero de buena calidad, donde diríamos adiós al problema del maculado que nos ha acompañado durante la anterior campaña, determinando los precios en la Lonja de Cereales de Sevilla», señala el técnico de la patronal agraria.

En este sentido, cabe recordar que las distintas calidades de trigo duro (grupo 1, 2 y 3) han estado cotizando según el parámetro «GMF», que hace referencia a los granos germinados, maculados y con fusarium, una exigencia de la industria semolera que hasta la pasada campaña nunca se había requerido.

En la última comisión de precios de la Lonja de Cereales de Sevilla, tras varias semanas en la que los distintos granos (trigos, maíz y girasol) no han registrado operaciones ni precios por falta de stocks, «la presión de las cooperativas y de los productores ha obligado a que se fijen precios en los trigos, justo al inicio de la campaña de recolección», marcando la diferencia con años anteriores, en los que «los agricultores se veían obligados a almacenar su grano tras cosechar para evitar vender a los compradores a precio abierto», esperando a que el mercado «rompiera en precios».

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Trigo / Agrónoma

Asaja Sevilla celebra que los agricultores «cuenten antes de empezar la siega con una referencia para el trigo duro», aunque critica que «el precio se ha fijado en 248 euros la tonelada para el grupo 1, 244 para el grupo 2 y 240 para el grupo 3», un valor «sensiblemente inferior a lo que esperaban los productores». Por ello, Fernando Rodríguez confía en que «las cotizaciones vayan al alza en las sucesivas semanas, conforme la campaña avance».

Comercialización

Los agricultores sevillanos y andaluces son los primeros en recolectar su grano, por lo que «llegan al mercado antes que nadie, ofertando su cosecha en un momento en el que los mercados están desabastecidos y tienen una alta apetencia por proveerse de materia prima», señala el técnico de Asaja Sevilla.

El experto insiste en que «hay que aprovecharse de ese interés comprador» pues, hay dos o tres semanas en las que en toda la Unión Europea sólo se puede comprar grano español. Y es que a finales del mes de junio entra la cosecha de trigo duro de Francia, Italia y Grecia, por lo que la oferta europea aumenta y lo habitual es que esto tenga su reflejo en una caída de los precios.

En cuanto al mercado internacional, la cosecha mundial de cereales se estima en 2.285 millones de toneladas, de los que 315 millones procederán de la Unión Europea y el Reino Unido.
Respecto a Europa, las previsiones son que aumente su oferta de granos hasta alcanzar los 134 millones de toneladas, un aumento que también se refleja en otros países.

Campo de trigo / Agrónoma

Es el caso de Rusia, cuya producción se estima sobre las 85 millones de toneladas, y de Ucrania, que aportará unos 29 millones de toneladas de cereales. Las buenas noticias llegan desde Canadá, el principal competidor en trigo duro de España, que en esta campaña 2021 producirá unos 3,18 millones de toneladas menos.

Importación de granos

Por su parte, España se moverá entorno a una cosecha de 26 millones de toneladas de cereales, una producción que se quedará muy corta para abastecer el consumo interno, cifrado en unos 35 millones de toneladas.

Esto significa que el país estará obligado a importar 11,5 millones de toneladas de otros orígenes, siendo especialmente importantes las importaciones de maíz (7,5 millones de toneladas) y de trigo blando (3 millones de toneladas).

Y es que a la alimentación animal se destina un total de 26 millones de toneladas de cereales en España, otros cinco millones se van al consumo humano, tres millones a usos industriales y un millón de toneladas a semillas.

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