Los mensajes de WhatsApp cuestionan la denuncia por agresión sexual contra William Carvalho
El futbolista portugués del Real Betis defendió ante la juez que las relaciones con la joven denunciante fueron consentidas
William Carvalho lamenta «profundamente» la denuncia por agresión sexual «por su absoluta falta de veracidad»

La noticia saltaba la noche del pasado lunes. William Carvalho había sido denunciado por una joven salmantina de unos 30 años por una presunta agresión sexual el pasado mes de agosto en un hotel de la isla de la Cartuja. Ayer martes ... el jugador portugués estaba citado a las nueve y media de la mañana en el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla para declarar como investigado. Defendía su inocencia en base a que las relaciones fueron consentidas. La chica había viajado desde Ibiza a la capital andaluza en pleno verano para quedar con el luso. No era la primera vez que mantenían relaciones sexuales. A su favor juega que los mensajes de WhatsApp intercambiados entre ambos las horas posteriores a la presunta agresión evidencian normalidad. Ella le preguntaba cuando regresaría al hotel para verse de nuevo. Estos mensajes, aportados a la causa por la defensa de ella, cuestionan, por tanto, dicha denuncia.
Aunque la investigación judicial está en una fase primaria es relevante el hecho de que el trabajo de la Policía Nacional no fuera concluyente contra el jugador verdiblanco, al que no llegó a citar a declarar en sede policial. Ayer, ante la juez instructora, Carvalho declaró durante unos veinte minutos. Respondió a las pregunta de su señoría y sus letrados, José Manuel García-Quílez y Celicia Pilar Ordiales. En cambio, no contestó al abogado de la joven, que compareció por videoconferencia desde Madrid. No asistió el representante de la Fiscalía. El jugador no se movió de su postura de que las relaciones fueron consentidas. La juez lo dejó en libertad sin medidas cautelares, aunque continúa en la situación procesal de investigación.
William Carvalho conoció a la joven en Ibiza, donde trabaja como enfermera, a finales de junio o principios de julio. Allí los presentó una amiga en común. Mantuvieron relaciones sexuales. El fin de semana del 9 y 10 de agosto del año pasado la chica viajó a Sevilla y se hospedó en un hotel de la isla de la Cartuja. El coste del viaje fue asumida por el jugador, incluso el viaje de vuelta.
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Los dos protagonistas y un amigo del jugador estuvieron cenando en un restaurante ubicado en el Altozano de Triana. Después, acudieron a un local de copas del Muelle de Nueva York. Allí, ella sufrió una caída y una lesión en un tobillo. Aquella madrugada el futbolista y la joven regresaron al hotel, donde pasaron la noche y mantuvieron relaciones sexuales. Consentidas, según él. Con violencia, según ella. Sobre las ocho menos veinte de la mañana, Carvalho abandonaba la habitación. Así se recoge en las cámaras del establecimiento hotelero. Estaba en plena pretemporada con el equipo verdiblanco y tenía que acudir al entrenamiento.
Horas después, cuando la chica se despertó, le escribió para volverse a ver. Sin embargo no se dio ese encuentro. Aunque los mensajes por WhatsApp, aportados a la causa por ella, continuaron. Él ha borrado esa conversación de su móvil.
Ella volvió a Ibiza en vuelo costeado por el luso. Incluso le pidió que le retrasara el viaje porque era muy temprano. En días posteriores, ella se molestó con él y subió el tono de sus mensajes porque éste no quería verla. Fuentes de la investigación han señalado a este periódico que ese cabreo por no conseguir su objetivo de quedar con él o que le respondiera podría ser el impulso que hay detrás para interponer la denuncia siete días después, el 16 de agosto, en la isla.
Atestado policial
La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación. Tomó declaraciones a testigos de aquella noche, como los trabajadores del hotel. Los agentes determinaron no tomar declaración al denunciado. El atestado fue puesto a disposición judicial. La juez citó al jugador ayer para tomarle declaración y en sede judicial mantuvo su inocencia porque insiste en que las relaciones fueron consentidas.
Además, a través de un comunicado remitido por sus abogados tras declarar, el '14' bético lamentó «profundamente» la denuncia por «su falta de veracidad». Tras admitir el encuentro con la joven, negó contundentemente» cualquier agresión sexual.
La defensa de Carvalho considera que existen evidencias «más que suficientes» para negar de manera «rotunda» la verosimilitud de los hechos denunciados. El jugador, que mostró su máximo respeto hacia la actuación policial y judicial, se puso a disposición de estas administraciones para el esclarecimiento de los hechos, confiando «muy seriamente» en el pronto archivo de la causa, lo que «minorará el daño personal, profesional y reputacional que aquélla sin duda le genera».
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