BALONCESTO
Punto final a la fugaz etapa de Ismael Romero en el Betis Baloncesto
El club verdiblanco anuncia la desvinculación del pívot caribeño, que había sido apartado del equipo y ya no jugó el miércoles ante el Hestia Menorca
El Betis Baloncesto se da un festín en un momento crítico (88-57)
Ismael Romero, pilar para los tableros en la segunda oleada de la planificación

Ismael Romero ya es historia en el Real Betis Baloncesto. El cubano-puertorriqueño, que llegaba para ser la referencia interior del conjunto verdiblanco, su buque insignia, no se ha adaptado al equipo ni tampoco a la exigencia en el día a día de una competición de alto nivel como la LEB Oro. Se marcha así de manera precipitada, a las puertas de la undécima jornada. A través de una publicación en su perfil oficial en redes sociales, el Betis ha comunicado este viernes que «ha llegado a un acuerdo mutuo por motivos personales» para que deje de pertenecer a la disciplina heliopolitana. A mediodía no aparecía ya su nombre en la relación de jugadores inscritos en la LEB Oro.
El caribeño se encontraba apartado del equipo mientras se negociaba su rescisión y, de hecho, ya no formó parte del roster que afrontó y ganó el encuentro del pasado miércoles en el pabellón San Pablo contra el Hestia Menorca. Aunque no va sobrado de argumentos en los tableros, el equipo no echó para nada en falta su presencia. Entre Berzins, Domènech, Kuksiks y Dedovic trabajaron bien por dentro para dar buena cuenta del equipo menorquín y apuntarse la segunda victoria de la temporada sin que esto signifique que el Betis pueda sobrevivir sin reemplazar la figura del jugador oriundo de Villa Clara. Todo lo contrario.
Aunque no se marche de Sevilla en esta breve etapa con malos números, no ha conseguido Romero dar lo que se suponía (sobre todo capacidad atlética y liderazgo) con la regularidad y la consistencia necesarias. Su paso por el Betis se resume en unas medias de 12,2 puntos, 6,8 rebotes, 1,1 asistencias y 12,4 de valoración. Sin embargo, su propensión a cometer faltas, muchas innecesarias, su problema con los tiros libres y su limitada capacidad defensiva en el poste, especialmente notoria el día de la visita al Força Lleida cuando Krutwig le sacó los colores, penalizaron su rendimiento, que fue de más a menos hasta que el club consideró que su presencia podía ser un problema en la delicada situación deportiva del equipo.
Romero venía de hacer buenos números en la reciente Copa del Mundo y con el aval añadido de su trayectoria en una liga de menor fuste como la portorriqueña. Su fichaje fue una fuerte apuesta del Grupo Xoy, que tenía controlado al jugador desde su paso por el Libertadores de Querétaro y consideró que podía ser la pieza ideal para que ejerciera de líder en una plantilla que ha sufrido muchos cambios. Definitivamente, su adquisición no respondió a las expectativas.
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