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Betis

En el adiós a Luis del Sol

Se va el hombre, siempre nos quedará la leyenda

Muere Luis del Sol, mito del Betis

Luis del Sol, con un banquillo del Real Betis Raúl Doblado

Ricardo Hurtado Simó

El beticismo está de luto. Ha fallecido Luis del Sol Cascajares (Arcos de Jalón, Soria, 1935), leyenda del Real Betis Balompié , el equipo de sus amores, el equipo que lo vio crecer, que lo catapultó al éxito y que lo recibió con los brazos abiertos a su regreso. En la más que centenaria historia del Real Betis Balompié, no hay un jugador que se acerque siquiera al palmarés que tiene Luis del Sol. Título de Liga, de Copa, Copa de Europa e Intercontinental con el Real Madrid, de la mano de su amigo inseparable Alfredo Di Stéfano , quien lo llamaba cariñosamente «Luisito» y «Chiquito Luis». Scudetto y Copa de Italia con la Juventus de Turín , y campeón de la Eurocopa de 1964 con la selección española, por no contar que fue tres veces candidato al Balón de Oro y es considerado uno de los 50 mejores jugadores de la historia de la Juventus. Allí lo bautizaron «Siete Pulmones» por su capacidad para desplegar infatigablemente su talento por todo el campo, y tiene una placa con su nombre en el Paseo de la Fama que lleva a su estadio. Además, Luis del Sol ostenta el título honorífico de haber marcado y ganado al eterno rival en la inauguración de su propio estadio y dar nombre a la ciudad deportiva del equipo de sus amores, el Real Betis Balompié. Pero, por encima de todo, su gran trofeo, el que nunca se olvida, el que es eterno, es el de la humildad y la cercanía. No sólo se nos va un jugador único, nos abandona un hombre excepcional.

Soriano de nacimiento pero criado en el sevillano barrio de San Jerónimo, Luis del Sol encarnó hasta el final de su vida los valores que definen al Real Betis Balompié: fidelidad, compromiso, constancia y sacrificio . Además, es lo que vivió en su casa, cuando su madre, al enviudar prematuramente, tuvo que hacerse cargo de ocho hijos, y lo que vio en las calles de San Jerónimo, llenas de trabajadores de la Renfe, personas humildes que, de una forma u otra, sufrieron los sinsentidos de la Guerra Civil. En este contexto tan delicado, Luis del Sol entra a trabajar con tan solo catorce años en la industria subsidiaria de aviación, hasta que una tarde decide acompañar a unos amigos a un entrenamiento del juvenil del Real Betis Balompié. El resto de la historia es de sobra conocido. Ficha por el Real Betis Balompé, con el que juega en Segunda división, asciende a Primera en 1958, colabora en la victoria 2-4 frente al Sevilla FC en la inauguración del Ramón Sánchez Pizjuán, se consolida en la máxima categoría como un jugador de gran calidad y con un despliegue físico imponente y ficha por el Real Madrid. Allí, se codea con jugadores de la talla de Di Stéfano, Gento o Puskas, y con ellos gana, en 1960, la f inal de la Copa de Europa ante el Eintranch de Frankfurt . A continuación, pasa ocho años en la Juventus de Turín, logrando un título de Liga y de Copa. Posteriormente, juega dos temporadas con la Roma hasta que, en 1973, se retira a los 38 años vistiendo la camiseta del equipo que lo convirtió en futbolista profesional, el Real Betis Balompié. En los banquillos, no podemos olvidar que salvó al club de su vida en la década de los ochenta, disputó la final de un título y logró el ascenso del Real Betis a Primera división en el estadio del Real Jaén el 17 de junio de 2001.

Bautizado en la basílica de La Macarena, casado y padre de tres hijos, su figura es inseparable de la de su mujer, María del Carmen, a la que llamaba cariñosamente Mar i , quien ha sido su gran apoyo, el pilar indispensable de su vida, a la que conoció cuando tenía quince años. Conforme la familia se fue ampliando, del Sol fue capaz de compaginar los entrenamientos, partidos y concentraciones con el cuidado de sus hijos. No en vano, Mari lo definía como una persona familiar y tranquila, que está mejor en su casa que en cualquier otro sitio.

Pese a ser respetado y querido en Madrid, Turín y Roma, lugares en los que guardó muchos amigos, para Luis del Sol, Sevilla fue su mundo, y el Real Betis Balompié, el club que lo convirtió en futbolista profesional y, lo que es más importante, en persona . A través de sus compañeros de vestuario, directivos y aficionados, aprendió los valores del beticismo, el espíritu de lucha y el amor incansable por el equipo de las trece barras; y algo no menos importante, fue capaz de transmitir esos mismos valores a quienes le tuvieron cerca. Para el recuerdo nos quedará su amistad con Portu , sus exhibiciones sobre el terreno de juego para lograr el regreso a Primera División en 1958, su gol desde fuera del área en el minuto 2 en la inauguración del Ramón Sánchez-Pizjuán o las innumerables ocasiones en las que se sentó en el banquillo verdiblanco para encauzar una temporada torcida.

Hoy más que nunca, Luis del Sol Cascajares forma parte de la historia del Real Madrid, de la Juventus de Turín y de la Roma pero, sobre todo, tiene un lugar insuperable en el Olimpo de los dioses del beticismo . Grande entre los grandes, Luis del Sol Cascajares se escribe con letras de oro. La familia bética pierde a un jugador irrepetible. Su muerte nos deja un vacío imposible de llenar. Descanse en paz.

Ricardo Hurtado Simó es autor del libro Luis del Sol Cascajares. La leyenda de siete pulmones , Ediciones Alfar, Sevilla, 2017.

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