Células madre para recuperar a Juan Cruz

La inoportuna circunstancia de la baja de Fekir brindará oportunidades en las bandas y el nombre de Juan Cruz vuelve a los labios sedientos del beticismo, que espera ver al joven extremo en acción cuanto antes. Pero nadie va a asumir riesgos ni hay prisa para no volver a caer en el mismo error, así que no se espera que el argentino se incorpore a los entrenamientos hasta dentro de un mes, cumpliendo cada fase de una recuperación en la que a ninguna de las partes les conviene volver a tropezar.

Partiendo de la variabilidad que supone una rotura muscular de estas características, la fórmula que ha ideado el Betis para no fallar con el jugador es la de implantarle células madre , que a su vez le permitirán generar aún más células tanto en el cartílago como en los tendones debido a la lesión semitendinosa que vuelve a amenazar la salud de sus músculos isquiotibiales. Y sobre todo, favorecerá su recuperación, por lo que lo que no se acortan los plazos, sino que se aumentan las papeletas de que todo esté verdaderamente en condiciones cuando le toque entrenar primero y jugar después.

Pese a todo, no por novedoso es un tratamiento que cuente con una fiabilidad sensiblemente mayor al que se aplicó en primera instancia por los servicios médicos del Betis, pero sí que se espera una respuesta mejor del tejido, que si bien no puede regenerarse completamente, sí que cuenta con numerosos casos de éxito en deportistas de primer nivel. Habrá por tanto una mayor probabilidad de restablecimiento que le permitirá ganar en niveles de confianza cuando poco a poco se vaya acercando la recta final de su vuelta.

Esta decisión se basa en una alternativa distinta al tratamiento conservador que se llevó a cabo en la primera lesión de Juan Cruz, que sigue manteniendo la doble rutina de gimnasio en la ciudad deportiva Luis del Sol de la mano de un readaptador del primer equipo, que anda más que pendiente de la evolución tanto física como mental del atacante. El hispano-argentino afronta este doble reto con una actitud no exenta de serenidad, profundamente comprometido, y con la esperanza de volver a verse entrenando con sus compañeros más pronto que tarde. Pellegrini será quien decida si para abrir la puerta de su vestuario primero debe probarse otra vez con el filial. Aunque todos deberán esperar al menos estas cuatro o cinco semanas con el objetivo de que las células madre hagan su trabajo.