Betis
El nuevo Villamarín como 'palanca'
El club verdiblanco trabaja para poder vender de forma anticipada los ingresos futuros del estadio tras la obra para equilibrar su situación económica

El nuevo estadio Benito Villamarín es objeto de trabajo constante en las oficinas verdiblancas no sólo para proyectar cómo será la reforma y mejora concreta del coliseo de Heliópolis sino también para evaluar y rentabilizar los ingresos que va a generar esta transformación ... que se espera para un futuro cercano. En el Betis se plantea el nuevo estadio como una 'palanca' económica para equilibrar las pérdidas de las últimas campañas y corregir la deriva negativa de los fondos propios. Es una de las alternativas más inmediatas para poder ejecutar antes o después del 30 de junio junto con alguna venta relevante de futbolistas, la clasificación para la Liga de Campeones o la ampliación de capital, vías que también siguen presentes en el horizonte verdiblanco. En todo caso la opción del estadio no es sobrevenida ni tiene fecha de caducidad, sino que se busca que sea el «pulmón financiero» del club para las próximas temporadas, dado que la obra está previsto que comience en el verano de 2024 con un presupuesto de 70 millones de euros, de los cuales una gran cantidad estará financiada por el reparto de los fondos CVC, el Plan Impulso de LaLiga.
En la situación económica del Betis no urge tanto el ajuste de las cuentas de la presente temporada dado que el presupuesto presentado en la última junta de accionistas para la campaña 2022-23 prevé ligeros beneficios, sino que resulta más relevante asumir las pérdidas de los cursos anteriores que superaron los 70 millones de euros (36,5 en la 2020-21 y 38,5 en la 2021-22), aunque el club calculó en la asamblea que arrastra hasta 49.333.432 euros de resultados de ejercicios precedentes dado que LaLiga aprobó el pasado verano una nueva regla para amortiguar el efecto de estas pérdidas derivadas por el COVID en cinco años: un 15% de las mismas se asumieron en las cuentas de la temporada 22-23; un 20%, en la 23-24 y 24-25; y un 22,5%, en la 25-26 y 26-27.
Todo ello afecta de manera directa a los fondos propios , que rondan los 70 millones de euros en negativo, y al límite de gasto en plantilla deportiva que fue el quebradero de cabeza del Betis el pasado verano para poder inscribir jugadores. Así, la 'palanca' del estadio es una opción viable para poder equilibrar estas situaciones y evitar la aplicación del acuerdo de LaLiga que ahora condiciona al Betis en su mercado de fichajes, dado que sólo puede invertir un porcentaje determinado. Con la activación de esta 'palanca' podría recuperar la normalidad de la regla 1-1 y tener libertada para reinvertir todo lo que ingrese por estos conceptos.
La definición del nuevo Villamarín
Así, en el Betis están trabajando para poder definir el proyecto completo del nuevo Villamarín una vez anunciado el concurso público para grandes estudios de arquitectura de cara a la terminación del coliseo y cuyo plazo de presentación finalizó el pasado 21 de marzo. Paralelamente continúa la negociación entre el club y el Ayuntamiento de Sevilla para dejar de tener paralizado el uso de la explanada de la zona de Preferencia dado que cerrar esa gestión es fundamental para poder diseñar una obra integral y valorar el potencial del estadio. De ahí el comentario del consejero José María Pagola sobre la necesidad de colaboración del Consistorio con el club para poder ejecutar la mejora durante el acto de presentación de la puerta de los Campeones del 77. Esto es clave ya que la horquilla del volumen que puede generar la palanca del nuevo Villamarín oscila entre los diez y los treinta millones de euros.

Poder anticipar estos ingresos es algo parecido a lo que han hecho otros clubes como el Real Madrid, que salvó las cuentas del pasado ejercicio al vender a Sixth Street y Legends del 30% de la gestión de los nuevos negocios del Bernabéu. Tuvo entonces una plusvalía de 316 millones por la venta del 30% de la gestora de los nuevos negocios del Bernabéu, con lo que pudo cubrir el incremento en la masa salarial y provisionar y deteriorar activos por un total de 133,26 millones.
En el Betis tienen en cuenta que de los 94 millones que tiene anticipados gracias al acuerdo con CVC puede llegar a utilizar 50 en el nuevo Villamarín debido a que otras partidas se han destinado al primer equipo y mejoras en diferentes departamentos, así como lo destinado a la ciudad deportiva de Entrenúcleos. Dado que el presupuesto del estadio es de 70 millones el club buscará otras formas de financiación en estos años.
«La gran infraestructura que queremos desarrollar es el nuevo estadio, que va a ser le pulmón financiero del Betis del futuro y el gran orgullo de los béticos, que van a venir a una casa moderna con infraestructuras y servicios para poder usarse todos los días porque habrá zonas comerciales y multitud de eventos. Todos los días habrá miles de personas en el estadio, que pasará a ser el icono de marca del club, aparte del pulmón financiero», afirmaba hace unos días Ramón Alarcón, CEO del Betis.
El dirigente verdiblanco señalaba que se actuará en «la nueva grada de Preferencia y también en el resto de gradas en elementos exteriores e interiores, además de colocar la cubierta, que es un elemento esencial para el confort del bético evitando la lluvia y el sol directo, pero que también se convertirá un aspecto muy importante para el ambiente por aquello de que mejora la acústica y la sensación de olla a presión que genera. Lógicamente, en paralelo hay que reorganizar la explanada junto a Preferencia, que dotaremos de servicios».
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