El Betis revisa su modelo de graduación en cantera

Con este movimiento, la idea es que los canteranos más destacados de uno de los mejores equipos juveniles de España, que es el División de honor que lidera Aitor Martínez, que aún no conoce la derrota en liga, pasen a tener su oportunidad durante la pretemporada venidera del segundo equipo verdiblanco y tengan tiempo de demostrar lo que valen al nivel de un equipo que debe funcionar desde el primer minuto en el que empiece a competir en la cuarta división nacional. Eso no quiere decir que todos los fichajes del vivero heliopolitano vayan a coger la puerta en el próximo mercado estival, porque hablamos de un 45 por ciento de la plantilla actual, pero sí que se espera que haya una remodelación que equilibre la experiencia de los puntales del vestuario con el crecimiento de jóvenes que llegan pisando fuerte.

El objetivo a medio plazo no es otro que el de regresar a Primera RFEF, pero sin dejar de mantener una vocación importante en materia de formación de talentos. Es decir, el Betis priorizará curtir a sus mejores futbolistas de los escalafones inferiores, porque siempre serán más rentables deportiva, económica y estratégicamente siempre que el contexto los sitúe arriba, por poco que jueguen -Rodri, Paul, Edgar, Rober...-. La mera presencia de varios de ellos no sólo es un mensaje para el club, sino para potenciales fichajes que ven la importancia real que tiene la cantera en un equipo que ha ganado la tercera Copa del Rey gracias al gol de penalti de un canterano como Juan Miranda, y la ha alzado a los cielos de Sevilla con los brazos de otro canterano que es a su vez leyenda como es Joaquín. Justo como ocurrió en 2005 con Cañas y Dani.

Considera el club heliopolitano, a través de los equipos de trabajos con los que se organiza Miguel Calzado, haber formado en las últimas campañas una nutrida cantera llena de jóvenes valores aún por descubrir en los más altos escalafones. La semilla ya está más que plantada y el futuro ya depende de la pelota, pero el escaparate roto y ruidoso del Betis Deportivo en la presente campaña ha empañado en gran parte la producción mediática en materia de captación de talentos a nivel nacional e internacional. De hecho, el club heliopolitano jamás ha tenido un número tan alto de canteranos internacionales españoles en toda su historia, y los béticos cada vez conocen más y mejor a los suyos que vienen apretando mucho antes de que debuten en ligas más competitivas.

A medida que avanzan las semanas, y con los campeonatos a punto de ver su clausura, el Betis comienza a firmar distintos contratos de cara a la temporada venidera en todas y cada una de las plantillas que espera registrar para el curso 2022-23. A partir de septiembre espera volver a ver competir el Betis C, a razón del que será un año de transición antes de que el club se asiente de manera definitiva en la nueva ciudad deportiva de Dos Hermanas. Mientras tanto, el Betis no le cierra las puertas al mercado en el filial verdiblanco, pero sí que valorará positivamente la inclusión del ADN más bético: el que se lleva aprendiendo durante años de la mano de todos los profesionales de la academia verdiblanca. Una consigna, por cierto, que también obedece a un amplio deseo del beticismo, que en la presente temporada ha solicitado a través de diversas vías que varios de los juveniles más prometedores hubiesen tenido más minutos en el filial desde mucho antes de que se bajase a Segunda RFEF.