El derbi luce el mejor cartel Mundial

La ciudad de Sevilla vuelve a capitalizar la atención del fútbol de todo el globo, dado que meses antes, con la celebración del Mundial de Qatar, se dieron cita nada menos que quince mundialistas repartidos por todos los continentes, diez por parte del lado sevillista y cinco por la corriente bética. No pocos consiguieron, además, tan ansiado trofeo de trofeos. Vistieran antes o después la camiseta correspondiente a sus aventuras en Heliópolis o Nervión. Nunca antes se vieron esos números y eso convierte el que se presenta en un buen momento para destacar precisamente ese crecimiento internacional contrastado en muchas ocasiones por nombres y apellidos que luego lucen a las espaldas de muchos sevillanos. Que son quienes luego llevan sus camisetas.

Sevilla sirve de vientre que da a luz a futuros campeones del mundo, porque la Argentina de Messi llevó a la albiceleste a cumplir el gran sueño pendiente de aquel niño de Rosario que ayudado por dos defensas sevillistas como son Marcos Acuña y Gonzalo Montiel y dos verdiblancos como son Guido Rodríguez y Pezzella, consiguieron entrar en el olimpo que ya besó con sus labios Maradona en 1986 y Kempes en 1978. La aportación de Montiel fue decisiva porque en el punto de penalti se dirimió absolutamente todo, y el nervionense, con aplomo, se decidió a lanzar el chut más crucial que echó a las calles a un país entero, que se colocó la tercera estrella gracias a la astucia de Montiel.

Acuña fue titular indiscutible todo el Mundial y Guido y Pezzella gozaron de menos protagonismo, aunque el pivote de Sáenz Peña pudo jugar una hora en el encuentro de la fase de grupos ante México saldado con triunfo argentino, mientras que el defensa central nacido en Bahía Blanca sí tuvo más concursos, aunque más espaciados, en citas como las de Polonia, Países Bajos en aquella cita de cuartos final y los minutos postreros en la gran final decidida ante la Francia de Mbappé. País que ya vio proclamarse a Nabil Fekir como campeón del mundo en 2018, llegando luego al Betis con esa estrella que viene iluminando años el sendero más verdiblanco hasta el momento que se produjo su gravísima lesión de rodilla, que le ha apartado de la recta final de campeonato para lamento de Manuel Pellegrini.

Otra de las marcas que señala que todo un país vibró de emoción la puso el sevillano Jesús Navas, que será, junto a Joaquín, uno de los jugadores más longevos en disputar un derbi con 37 años, cuatro menos que el portuense, que ya anunció su retirada del fútbol profesional. En lo que respecta al palaciego, Navas no sólo fue campeón de España en Sudáfrica 2010, sino que fue el encargado de prolongar en dos ocasiones -una a Iniesta, con rebotes; otra a Torres-, aquella jugada de ensueño que catapultó a la gloria a la selección de Vicente del Bosque. Por si fuera poco, a los siete campeones que se reúnen hoy en Nervión, sabiendo que Fekir lo verá lesionado, se unen los finalistas y semifinalistas que han llegado más o menos lejos en la reciente cita mundialista de Qatar.

Los internacionales sevillistas con Marruecos, Bono y En-Nesyri, hicieron historia con el combinado magrebí al llegar a las semifinales y luego situarse en la cuarta mejor posición del campeonato. También participaron los serbios Dmitrovic y Gudelj; los dos daneses que se marcharon de Nervión, Delaney y Dolberg; y Telles con Brasil. Por el Betis, Guardado firmó su quinta presencia mundialista mexicana, y William Carvalho y Sabaly defendieron a Portugal y Senegal, respectivamente.