Final Copa del Rey 2022 Betis - Valencia
1977: Los recuerdos de una gesta que puso el nombre del Real Betis en lo más alto
Juan Antonio García Soriano, Rafael del Pozo, Antonio Biosca y Eduardo Anzarda ponen en contexto para ABC de Sevilla y Alfinaldelapalmera.com el título conseguido por una generación de amigos
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El próximo 25 de junio se cumplirán 45 años del segundo título que el Real Betis Balompié consiguió para sus vitrinas. En 1977, un grupo de jugadores humildes, pero muy trabajadores, con las ideas muy claras y dirigidos por un entrenador, Rafael Iriondo, del que ... siempre han dicho que fue un «adelantado a su tiempo» pese a su edad, lograron ganar la I Copa de S.M El Rey, bajo la denominación que se conoce en la actualidad desde que tras el fallecimiento de Franco fuera el Rey Juan Carlos I quien tomaba la jefatura del estado en el inicio de la época de la Democracia que hoy en día existe en España. Aquello fue considerado una gesta y cuatro de sus protagonistas, Rafael del Pozo, Juan Antonio García Soriano, Eduardo Anzarda y Antonio Biosca, recuerdan para ABC de Sevilla y Alfinaldelapalmera.com cómo ocurrió, lo que supuso para el club verdiblanco y también para la afición bética.
Del Pozo , jerezano de nacimiento, rememora lo que significó para él la consecución de aquel título: «Recuerdos me quedan muchísimos. Sobre todo, para mí, el mejor recuerdo fue cuando cogí la Copa y la tuve en mis manos y le di la vuelta al campo. Ese recuerdo no se me olvidará nunca en la vida. El Athletic era el favorito, por supuesto. Pero en una final hay varias circunstancias. Una de ellas es que el Betis estuvo eliminado hasta tres veces y eso te da una alegría incontestable. Te ves tres veces fuera, pero al final resulta que te llevas la Copa que es lo más importante. ¿La llegada a Sevilla? Aquello fue indescriptible. Fue una marea tan grande de béticos y sevillanos, una ilusión, la gente llorando. Impresionante, no hay palabras para describirlo».
El menudo delantero explica también cómo ve al Betis de cara a esta nueva final, ésta vez contra el Valencia: «Ahora lo veo un poco cansado, lo que pasa es que en una final todo puede pasar. Hay muchos factores, un fallo, una mala gestión, y no hay margen para recuperar, o ganas o te vas a la calle. Es un partido muy complicado, porque es una final. El Valencia hará una presión muy fuerte porque pienso que el Betis es superior. El Betis va a tener sus posibilidades y creo que no debería ir a degüello. Hay 90 o 120 minutos y el Betis tendrá sus opciones». Por último, destacó, con emoción, el homenaje que el club les dio ante el Elche junto con los campeones del 2005: «Lo que hizo el Betis con nosotros fue maravilloso, un detalle para agradecer siempre. Ver a los compañeros, estar con los que ganaron la Copa en el 2005, ver a excompañeros, directivos… Todo muy bien organizado y para mi fue un orgullo que nos invitaran», sentenció.

Por su parte, Biosca comienza por recordar la figura de Rafael Iriondo, el entrenador que lideró a aquella pléyade de futbolistas: «Para mí fue el mejor entrenador que tuve. Buena persona, educado, sabiendo de fútbol mucho. Tenía buenos jugadores pero hizo una campaña muy buena. ¿Cómo nos motivó? La verdad es que nos dijo poco, era una persona de pocas palabras. Fue suficiente lo que nos dijo, ya caímos en lo que teníamos que hacer. Era un hombre que quería que jugáramos a lo ofensivo, con buena técnica. No fue una persona para la calle, fue muy educado y muy buena gente».
El defensor nacido en Almería, comenzó a sentirse sevillano a raíz del recibimiento que la afición del Betis otorgó a aquella plantilla campeona en el Vicente Calderón de Madrid: «La llegada aquí, casi desde el Aeropuerto, que llegamos en autocar, la Avenida de Kansas City estaba llena de béticos. Y luego la llegada al centro de Sevilla… Fue impresionante. Era la primera Copa que ganaba el Betis y todo el mundo estaba con nosotros. La noche de la final fue lo más grande que una persona, un futbolista y un bético puede tener». Respecto a la finalísima contra el Valencia, Biosca cree que «me alegro mucho por Pellegrini, se le ve un gran entrenador. Del Elche me fui triste porque no vi al Betis como venía jugando. Fue una pena. Esperemos que el sábado se le gane al Valencia para que tengamos tres 'copitas'», concluyó.

El argentino Anzarda recuerda que «fue un proceso de un equipo que estábamos todos muy unidos y llegar a esa final ya era un logro muy importante para todos. Yo la final no la pude jugar, porque me lesioné. Fue un año en el que marqué muchos goles. El equipo tuvo fe y confianza de remontar y en la tanda de penaltis, que pudimos haber perdido la Copa. Para mí fue un logro muy importante de todos los años que estuve aquí en España. En la celebración sobre el campo del Vicente Calderón salí vestido de calle y no sé si me lesioné más aún. Pensé que cómo podía correr si casi no podía ni andar. Tenía un ligamento roto. De la emoción y las ganas que teníamos di la vuelta con todos.». El futbolista llegado procedente del Real Madrid asegura que la Copa del 77 puso al Betis en lo más alto del panorama nacional: «Recuerdo que cuando llegamos al estadio entramos al campo y había el 70% de ellos y el 30% de ellos. Parecía que íbamos sin ninguna posibilidad de ganar la final. Ganar una Copa para el Betis, porque en ese momento estábamos intermitentes… aquello fue imborrable. Tras LaLiga del 36, el Betis hizo campañas buenas y malas. Desde el 77, se formó un gran grupo, una gran familia y la gente alentó en las buenas y en las malas. Por eso está el 'Manquepierda'. También fue fundamental la calidad de los jugadores que teníamos para poder haber crecido un poco más en aquella época».
El bonaerense rememora que «vine del Real Madrid a un Betis en Segunda división. Y mucha gente me preguntaba que cómo es que me iba a un equipo en Segunda si vienes del Real Madrid. Pero el Betis siempre fue diferente, el cariño, la ciudad, y nosotros estábamos felices aquí. Nunca buscamos un traspaso ni irnos a otro club, sino seguir viviendo felices aquí. Ahí se forjó la gran unión que hoy en día tenemos».

Por último, el que los mantiene unidos a todos, García Soriano , comenta que «Eduardo -por Anzarda- era el máximo goleador de la Copa y habría jugado aquella noche. No salió ni el banquillo, porque luego salieron Del Pozo y Eulate. Ni Megido ni yo, que éramos los otros delanteros del equipo, no éramos tan goleadores. De hecho, los goles los marcó López. Fue una verdadera epopeya, un partido que dentro de todo el ambiente que se había creado desde Bilbao, porque la Ikurriña había empezado a salir… Del Athletic había 40.000 y del Betis había 10.000 y los 10.000 fueron los que ganaron y disfrutaron».
También aseguró extremo derecho que «éramos un grupo de amigos y creo que la unión que se creó fue bonita porque el club te daba el diez por ciento y si no querían no te traspasaban. Y si no te ibas de aquí, sabíamos que íbamos a estar mucho tiempo juntos. Así que se hizo un grupo de amigos, más que de futbolistas. Iriondo para mí era un genio adelantado a su tiempo en el fútbol. Cuando lo vimos entrar en el vestuario el primer día pensamos que dónde iba este hombre tan mayor. Pensábamos que no tenía la sapiencia que luego demostró. Llevaba cosas tácticas que en aquella época nunca se podían imaginar y él lo conseguía hacer. Nos hizo jugar muy bien al fútbol. A nosotros quizás nos faltó un gran goleador. Si hubiéramos tenido a un Lobo Diarte, o un Poli Rincón, por ejemplo, un delantero de 20 goles, creo que al Madrid y al Barcelona le hubiéramos hecho mucho daño», una reflexión con la que finalizó.
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