Reina le regala al Betis y el VAR, al Villarreal (1-1)

Mateo González

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

12/03/2023
Actualizado a las 20:40h.

Compartir

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Iniciar sesión

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete

Una tarde de regalos en La Cerámica. Por diferentes vías. Por tropiezo propio y por injusticia flagrante. Lo primero puede suceder, se entiende, cualquier puede cometerlo. Lo segundo es un sinsentido, un desamparo, una indefensión. Pepe Reina permitió que un Betis poco incisivo se adelantara en Villarreal pero es que Ortiz Arias y Jaime Latre, llamados a ser ecuánimes, no obraron correctamente con el plantillazo de Gerard Moreno que mereció roja directa y con las líneas tiradas en el tanto de Yéremi Pino. Así se le fue al Betis su ventaja y casi el punto que finalmente sí amarró. Una igualada que deja las distancias como ya estaban entre el cuarto, quinto y sexto, puesto que la Real también empató y sigue a tres del Betis. Eso sí, los de Pellegrini ya sellan ganarle el goal average particular al Villarreal. Buena noticia esa. También lo de no perder en un campo complejo y con tantas circunstancias adversas como la lesión de Fekir, el mal estado de Canales (sustituido poco después del descanso), la amarilla temprana a Guido (sí cambiado en el intermedio), el cansancio tras Mánchester, etc. Pero, sobre todo, la injusticia de un regalo a su rival que jamás debió producirse.

Porque no es la primera vez que sucede y ya los equipos se están jugando premios realmente serios, objetivos de la temporada. Puede suceder que Reina yerre, porque también lo hacen los demás jugadores en cualquier circunstancia, es inherente al juego. No hay que darle las gracias sino aceptarlo, simplemente. Pero con las herramientas que hay hoy en día no tiene ningún sentido provocar el desamparo en unos jugadores que vieron claramente que Gerard Moreno debió ser expulsado. Era ya con el 0-1 cuando pisó desde la rodilla al gemelo a Miranda. Pero nada, amarilla. A Borja Iglesias lo crucificaron por hacer algo parecido en el derbi. Aquí sólo cuenta como amonestación. Ya puede dar las explicaciones que quiera Medina Cantalejo, ruedas de prensa rodeado de compañeros, vídeos, dibujos, normativas... Esto no hay quien lo entienda. Y es muy injusto.

Y lo de las líneas del VAR. Son finas a veces y gruesas otras. El milímetro se busca en algunas circunstancias concretas y en otras se pasa la brocha gorda. Eso también genera indefensión porque es muy aleatorio. Obvio que todo esto no esconde que el Betis no hizo un gran partido, es más, iba por delante casi sin tirar a portería, por un error de Reina, pero no hizo nada para merecer un castigo arbitral de esta magnitud.

Porque era evidente que un partido tan igualado que sólo podía desequilibrarse por una individualidad, ya fuera en versión acierto o en error garrafal. Fue lo segundo lo que activó el cambio en el 0-0 inicial. Pepe Reina se confío al pensar que Rodri centraba y no tiraba desde la derecha recortando hacia dentro. El canterano bético buscó un disparo cuando parecía que iba a hacer el clásico centro cerrado para Ayoze, Borja Iglesias o Miranda en plan Álex Moreno pero ya lo había ejecutado antes sin acierto. Ahora tocaba disparar. Lo hizo centrado, relativamente fácil para el portero. Reina se preparó para embolsar el balón pero éste tenía vida propia y se le escurrió. Se quedó la pelota suelta para un depredador del área y por ahí andaba, ya que no estaba Juanmi, el más listo de la clase: Borja Iglesias. Marcó el gallego el 0-1 y lo celebró todo el Betis como el premio a su insistencia porque la suerte también hay que buscarla viviendo en el área ajena, empleando la verticalidad, yendo de verdad.

El Villarreal había propuesto en el arranque un partido de control y el Betis quería presión alta y percusión. Más afilado, el conjunto de Pellegrini actuaba con cuadrados que encerraban a Parejo o Trigueros en la salida. De ahí tenía que conseguir algo bueno, un robo alto y peligro con la defensa tan abierta. Pero no es fácil atosigar a Parejo, que tiene recursos para escaparse. Pedraza era el mayor peligro con sus cabalgadas pero entre Aitor y Canales anduvieron atentos. Más gris el cántabro en la creación en la primera mitad pero esforzado como siempre. Eso sí, destacaron sobremanera en este parcial inicial tanto Víctor Ruiz como Pezzella, con Guardado y Guido Rodríguez por delante. El pivote argentino vio la amarilla en el minuto cinco y no se arriesgó, el mexicano dio un clínic sobre cambios de juego con un golpeo sobresaliente y barrió en su zona.

Cuando el Villarreal superaba alguna línea se movía al estilo de Setién, cocinando cada jugada, y el Betis salía a correr o tenía el balón para mirar más rápido a Reina. Y así hizo Rodri para encontrarse con la fortuna que protagonizó el 0-1. No dio tiempo a que los equipos se recompusieran, bien del golpe, bien de la celebración, y Gerard Moreno ya se merecía la roja directa por un plantillazo altísimo a la rodilla y el gemelo de Miranda. Una expulsión de libro vistos los precedentes, como el de Borja Iglesias en el derbi sin ir más lejos. Pero Ortiz Arias sólo mostró amarilla y Jaime Latre no le mandó revisar la jugada en el VAR. Una injusticia flagrante . A partir de ahí el partido ya estaba tremendamente condicionado. Menuda indefensión genera una acción así. Y llueve sobre mojado.

Luego Aitor se fue por la derecha en un contragolpe con mucho brío y su pase atrás, ya con Reina superado fue sacado por Terrats cuando Borja se aprestaba para el 0-2. Así se fueron los dos equipos al descanso, que iba a deparar la sustitución de Guido Rodríguez para que entrara Paul, inédito desde hace semanas, en su lugar. La amarilla pesaba para Pellegrini.

En el inicio de la segunda mitad se iba a ver el plan que seguiría el Betis ya a partir de ese momento: jugar a conservar el resultado e intentar definir a la contra. Perdió la pelota y permitió que el Villarreal tuviera la iniciativa, más cómodo así el equipo de Setién. Asustó Gerard Moreno pero desvió Víctor a córner. Marcó Yéremi Pino tras un centro de Terrats. Ortiz Arias, a instancias de su asistente, anuló el tanto por fuera de juego. Las imágenes apuntaban a que era una posición ajustada. Jaime Latre lo dio por válido sin mostrar las líneas finas, que otras tantas veces se emplearon como prueba. Gol y celebración en La Cerámica. La digestión del empate no es del todo buena. Luiz Henrique entraba en lugar de Canales, que no está bien. Nota mucho el cántabro que su estado físico aún no es le adecuado. Ese esfuerza, lo intenta, pero no le salen las cosas, no es tan determinante. Y eso en el rubio con el 10 es demasiado llamativo.

De las pocas veces en las que se consigna un ataque bético construido con peligro es una arrancada de Luiz Henrique que acaba en error del brasileño al centrar al segundo palo sin precisión y de inmediato llegaba Miranda para buscar en el primer palo a un Borja que fue a esa posición pero no llegó para rematar. Ortiz Arias sigue con su recital al cortar una carrera bética con espacios por una falta de Pau Torres desde el suelo a Guardado castigada con amarilla. Pellegrini le comunica al grupo que quiere mantener el resultado y saca a Willian José y Sabaly para agotar todos los cambios posibles. Rui Silva había salido antes con celeridad ante Chukwueze y Víctor Ruiz tapa tras un eslalon del nigeriano yéndose de Guardado. A Morales le anulan un gol por fuera de juego claro y a partir de ahí se ven imprecisiones de tal calibre que se firma el armisticio con el reparto de un punto para contendiente. Un empate que mantiene las distancias. El Villarreal se queda a cuatro puntos y los verdiblancos son quintos, sólo a tres de la Real Sociedad, que también sumó uno. Se queda el Betis con el goal average a favor tras el 1-0 de Rodri en la primera vuelta y quema otra jornada con ventaja y asustando a los puestos Champions, su sueño si no se lo impiden los factores externos.

Ver comentarios (0)

Reportar un error

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete