Betis
Érase una sonrisa a un balón pegada
Se fue Joaquín, pero no el activista de la alegría, el influencer volcado con su tierra, la barra antisísmica del escudo bético
«Érase una sonrisa a un balón pegada,/érase una sonrisa superlativa,/érase una alquitara bien viva,/era un peje espada bien barbado». Si Francisco de Quevedo Villegas y Santibañez Cevallos se hubiera dignado a ser contemporáneo nuestro, es muy probable que la glosa satírica ...
Artículo solo para suscriptores
Si ya estás suscrito, inicia sesión
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete