Los fichajes, despacio y a lo Chiquito
Como estará de parado el mercado, que de lo que más se ha hablado en las últimas horas es del interés de la Premier por Lopetegui y Pellegrini

El letrero de «Dejen salir antes de entrar» lucía ya en los tranvías tirados por mulas de comienzos del siglo XX. No es nuevo, precisamente. Lo único moderno sería el tipo de letra Lucida Casual con los que algunos cursilean la advertencia. Tampoco es una novedad en el mundo del fútbol, aunque la pandemia haya obligado a los ricos, hasta ahora despreocupados por el asunto, a encargar cerámicas con la leyenda para encastrarlas en las puertas de los vestuarios. No hay un euro y ante la ausencia de los ingresos habituales sólo queda soltar lastre de las plantillas para poder cargar de nuevo peso. Gente de peso, se entiende, aunque alguno, algudos y hasta algutres, terminen convirtiéndose con el tiempo en peso muerto.
Y así están Sevilla y Betis, con el cartel de «Se vende» en el escaparate, pero sin aclarar a qué aspiran a desprenderse en concreto, porque abunda el género, individualizado y en pack, y escasea la clientela. Ni por Heliópolis ni por Nervión se ha escuchado que haya intransferibles y sí admitido que se valorarán todas las propuestas. No queda otra, porque sólo vendiendo se podrán cuadrar las cuentas y pasar la ITV económica de la Liga de Fútbol Profesional, a la que llegan los clubes con las luces fundidas y averías de distintos calibres en sus balances.
Como estará de parado el mercado, que de lo que más se ha hablado en las últimas horas es del interés de los clubes ingleses por nuestros dos entrenadores, Lopetegui y Pellegrini, algo nada extraño, porque son de lo más valioso que hay por Nervión y por el final de la Palmera. La Premier los querría para reemplazar a ilustres del calado de Mourinho y de Ancelotti, pero no parecen ahora Julen y Manuel tipos proclives a poner los cuernos, por muchos millones con que se retribuya la infidelidad.
Desde los dos clubes, los responsables de la parcela deportiva, Antonio Cordón y Monchi, ya se han encargado de advertir que este año las cosas de Palacio irán no sólo despacio, sino a lo Chiquito, por mucho que el verdiblanco se haya dado prisa en atar al senegalés Sabaly, esperemos que con el tiempo «Royal», como el colega al que viene a sustituir.
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