Betis
Hoy sí harán falta los colmillos
Más relevancia tuvieron los detalles anteriores, puntuales y posteriores al derbi entre los eternos fraternos, de ojanescas maneras, que lo visto en el césped

Se fue el derbi, como se va, se va, el caimán para Barranquilla, pero desdentado y necesitado de prótesis para posteriores ediciones. Faltaron colmillos en los dos saurios. Más relevancia tuvieron los detalles anteriores, puntuales y posteriores a la confrontación entre los eternos fraternos, de ... ojanescas maneras, que lo visto en el césped. Allí, un rotado Sevilla, hasta parecer el contorsionista de cualquier «talento» televisivo, fue mucho mejor que su rival hasta que llegó, sin convicción, a la cal de Bravo; el Betis mostró su peor versión de la temporada, porque nunca lo vi irse del campo sin haber disparado una vez, siquiera con tirachinas, a la portería contraria.
La previa estuvo marcada por el plagio de unos descerebrados de un condenable acto capitalino. En el texto y, lo que es más vomitivo, en la imagen. Ni originales fueron los botarates. Se representan sólo a ellos mismos. La divulgación en las redes sociales de un tifo incendiario con Joaquín de protagonista fue lamentable. Pareció un anzuelo cebado con tripas de sardina y con expectativas de pescar merluzos de ochenta kilos con ellas.
Uno se queda con el comportamiento de los jugadores que, hasta la desafortunada y violenta entrada de Miranda a Navas, fue estupendo; con la señorial actitud de Joaquín, al que la grada pasó factura de antiguas querellas, olvidando otras de los suyas con el rival, en un día en que el futbolista y la persona merecieron un trato muy diferente; con la disculpa personal y luego pública de Miranda, con la noble aceptación de su arrepentimiento por parte del doblemente bueno Navas, con la preocupación de Pellegrini por la salud del lateral blanco, con ese señor padre sevillista alentando a su hijo pequeño a exhibir su beticismo en el corazón de Nervión.
Y hoy, sin tiempo para alargar un derbi sin apenas historia, vuelve a rodar la pelota. El Betis tiene la oportunidad de sellar su pasaporte para la Liga Europa de forma definitiva ante el Getafe y el Sevilla, ante un descendido, de seguir aspirando a la Conference League, la pedrea del Gordo al que aspira en Budapest. Buena devoración, caimanes.
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