Cuando Felipe González cogió el «Azor», el yate que usaba Franco
Se cumplen 30 años de la polémica por el uso del presidente del gobierno socialista del Azor, el yate que usaba Franco en sus vacaciones

Cuando Felipe Gonzalez desembarcó desde el Azor hace hoy treinta años en la localidad onubense de Punta del Moral (Ayamonte) no se imaginaba la polvareda mediática que se había levantado por el uso de una embarcación que en el imaginario de los españoles estaba estrechamente unida al anterior jefe del Estado, el general Franco .
En efecto, en los veranos de la España franquista una de las fotos habituales, en blanco negro, era la de Franco y familia posando en el Azor , o la del general pescando.
El Azor fue encargado a los Astilleros de Bazán y botado en 1949 para uso del Jefe del Estado. Sustituía a otro barco del mismo nombre, construido en 1925 en Kiel, y donde, por cierto, se celebró la histórica entrevista entre Franco y don Juan , padre de don Juan Carlos I y abuelo de Felipe VI .
Tras la muerte de Franco el barco quedó en desuso hasta que en el verano de hace 30 años, en julio de 1985 , Felipe González decidió usarlo durante sus vacaciones para una travesía entre Rota y Lisboa , acompañado por su familia y algunos amigos.
Cuenta Alfonso Guerra en sus memorias del periodo 1982-1991 («Dejando atrás los vientos», Espasa, 2006), que fue el primer error del entonces presidente del Gobierno. Según el mismo Guerra, le pidió que no lo hiciera, pero el presidente González afirmó que «el patrimonio del Estado no podía ser ignorado porque lo hubiese utilizado un gobernante autoritario». Argumentó similar usó González ante un periodista de un diario local de Sevilla, quien en exclusiva lo localizó tras el viaje en la casa que tenía su hermana Lola González en Dos Hermanas, y pudo hablar con él. «El Azor es patrimonio del Estado», titulaba en portada El Correo de Andalucía el 29 de julio de 1985, y en la entrevista explicaba que el barco formaba parte de los bienes del estado español , y como tal podía ser usado por el presidente del Gobierno.
En cualquier caso el Azor no sobrevivió a la polémica. Probablemente fue la última vez que se usó . Abandonado, fue dado oficialmente de baja en 1992 y permaneció en Ferrol hasta que fue adquirido por un empresario burgalés que lo varó en tierras castellanas, como parte de un proyecto turístico que no cuajó, y tras una temporada en semiabandono lo adquirió en 2011 el artista Fernando Sánchez Castillo para convertirlo en piezas de arte, y ha estado expuesta en el centro cultural Matadero de Madrid y en Munich.
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