Andalucía recaudará 760 millones menos por caídas en los impuestos de donaciones y transmisiones y la supresión de patrimonio
La aportación del sistema de financiación estatal a Andalucía crece en 3.300 millones pero bajan las transferencias para proyectos sociales
La Junta de Andalucía incrementará la inversión pública un 6,2% hasta llegar a los 5.807 millones de euros en 2024

Andalucía alcanza un presupuesto de récord en el año 2024 con 46.753 millones, lo que supone 1.100 millones más que el pasado año. Sin embargo, este crecimiento no se sustenta sobre un incremento de la recaudación en los tributos propios o que tienen ... su gestión cedida a la comunidad. Más bien lo contrario, estos impuestos caen en un 22% respecto al pasado ejercicio debido a la situación económica y a la consolidación de beneficios fiscales. Entre las caídas de actividad previstas que afectan a los principales impuestos, donaciones y transmisiones, y la supresión del tributo sobre el patrimonio se dejan de ingresar 760 millones. La subida del Presupuesto se basa, por tanto, principalmente en un aumento de las aportaciones a través de transferencias o participación en impuestos del sistema de financiación estatal que se dispara en 3.135 millones de euros, un 12,9% más. No obstante, sigue sin ser una cifra acorde con la población andaluza. La Junta calcula que corresponden 1.000 millones más al año, 12.000 millones desde que se estableció este modelo.
El principal tributo que tiene cedido y de gestión propia Andalucía es el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Documentales. La previsión, de acuerdo con la memoria del Presupuesto para 2024, es que los ingresos por este concepto se desplomen por encima del 20%, un descenso de más de 600 millones de euros hasta situarse en 1.652 millones de euros. Desde la Consejería de Hacienda se incide en que no se trata de un efecto de los beneficios fiscales aprobados en los últimos años sino de la propia evolución del mercado con un previsible descenso de las transmisiones patrimoniales basada en la estimación de los datos de liquidación de 2023. No obstante, se trata de un tributo sobre el que la Junta de Andalucía ha venido reforzando beneficios fiscales como las bonificaciones aprobadas por adquisición de viviendas habituales de inferiores a 150.000 euros o por la compra por parte menores de 35 años. Estas medidas, junto al resto de bonificaciones que se han incorporado en los últimos años, están valoradas en 165 millones de euros.
Un segundo impuesto relevante a nivel autonómico, es el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. En este caso, todas las medidas que se han aplicado de bonificaciones a lo largo de las últimos años, incluidas las aprobadas en 2022, suponen beneficios fiscales con un valor estimado de 1.400 millones de euros. Esto deja los ingresos generados por este tributo en apenas 266 millones de euros, una cifra que además cae en torno a un 5% respecto al mismo ejercicio del año anterior.
Tampoco obtiene más recursos la Junta de Andalucía del Impuesto de Patrimonio, suspendido desde el año 2023 en Andalucía con una medida valorada en 103 millones de euros. Y el resto de figuras tributarias propias se mantienen prácticamente estables con leves incrementos de 16 millones en los impuestos ecológicos (bolsas de plástico o vertidos), y apuestas o de tres millones en las tasas y precios públicos por la previsión de oposiciones en el ámbito educativo. Del mismo modo, se desploman con 123 millones de euros menos las previsiones por venta de patrimonio.
En resumen, la recaudación por ingresos de gestión propia caen. Esto hace más importante aún la participación autonómica en el sistema de financiación estatal. Y ahí es dónde se basa el aumento presupuestario andaluz. La comunidad autónoma aumenta en 1.500 millones de euros su participación en la cuota del IRPF; en 1.280 millones de euros los ingresos por el IVA y crecen en 553 millones de euros las transferencias directas del sistema de financiación estatal hasta superar los 7.129 millones. En muchos de estos impuestos también hay deducciones autonómicas (se han incorporado recientemente conceptos como la deducción por gastos educativos sin que esto, de acuerdo con el criterio de la Consejería, tenga un efecto de disminución de ingresos. «Con las medidas que estamos introduciendo en este tributo estamos ensanchando la base tributaria de Andalucía y por tanto generando más recursos al sistema», apuntan desde el área.
Sin embargo, esta aportación del sistema de financiación estatal sigue siendo insuficiente de acuerdo con las estimaciones de la Consejería de Hacienda. Andalucía estima que cada año le corresponden en torno a 1.000 millones de euros más. Y es fundamental que este aumento de las aportaciones se incorpore de forma inmediata. Ya lo avisa la propia memoria de los Presupuestos de la Junta de Andalucía y el informe de la Autoridad Independiente de Regimen Fiscal: este año ha caído una aportación extraordinaria porque en 2022 se disparó la recaudación pero para el próximo ejercicio la previsión es un descenso en estas aportaciones si no hay una revisión previa del sistema de financiación de las comunidades autónomas.
En esta negociación del sistema de financiación autonómica hay dos claves encima de la mesa de enorme importancia para Andalucía. Por un lado, la quita de deuda. Para el Gobierno andaluz, al contrario que para Cataluña, no es prioritaria, y un 20% en el caso andaluz (5.500 millones de euros) no supondría una revolución en las cuentas. De ahí la petición de que la cifra se eleve a 17.000 millones de euros en función con la población. Públicamente, la Junta defiende que ese dinero debe venir como una transferencia, pero si viniera como una condonación de la deuda con el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómico su efecto sería realmente el mismo. Andalucía vería reducida la deuda que tiene que abonar y por tanto tendría más margen en cada ejercicio para ejecutar sus presupuestos.
Pero existe otro concepto encima de la mesa de acuerdo con los análisis del Gobierno andaluz que puede generar un enorme impacto económico: la ordinalidad del sistema. Es decir, que se acepte la reivindicación del Gobierno catalán de que la cantidad que reciba cada comunidad no pueda por estar por debajo de otra comunidad que aporte menos. Esto quebraría el principio de solidaridad y comunidades como Andalucía podrían verse directamente perjudicadas.
El Presupuesto de 2024 de Andalucía, además, recibe otro gran revés en cuanto a financiación, que pueden tener su efecto en programas sociales e inversiones a lo largo del ejercicio: los fondos europeos. Por un lado, se pierden 632 millones de euros por la finalización del actual marco de financiación. Por otro lado, el Estado reduce en 1.034 millones de euros la aportación confirmada de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Esto supone menos recursos para proyectos que sólo se compensa con la incorporación de remanentes (gastos disponibles no ejecutados) por un importe de 1.653 millones de euros.
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