Archivos andaluces, custodios de 800 años de memoria colectiva
La comunidad atesora desde legajos del siglo XIII a los documentos más recientes para seguridad del ciudadano
Hay depósitos, como el Archivo de Indias que son, además, recuerdo histórico de una España imperial
Un volumen recopila medio millar de mapas, planos y dibujos del archivo de la Casa de Medina Sidonia

En Andalucía se conservan decenas de miles de documentos. Millones. Están en sus archivos y constituyen la memoria colectiva de la comunidad así como la garantía legal de los ciudadanos. Algunos de esos legajos, explica José Escalante Muñoz, responsable del Archivo Histórico de Antequera ... y, también de la publicación especial del Centro de Estudios Andaluces (Centra) sobre archivística en la comunidad que la institución, dependiente de la Consejería de Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa acaba de editar, tienen más de 800 años.
«Tenemos un patrimonio documental de primer orden», presume Escalante, quien recuerda que algunos de los documentos que se guardan en la comunidad datan del siglo XIII. Están, sobre todo, en Sevilla y Cádiz y tienen su origen cuando ambas zonas se incorporaron a la Corona de Castilla. «Entonces se generaron muchos documentos por el momento político y algunos se han conservado hasta ahora», añade.
Estos documentos, que tienen ocho siglos, son en realidad, supervivientes. Porque por el camino se han quedado muchos. Lo señala Esther Cruces Blanco, del Archivo General de Indias, quien también participa en la revista del Centra y explica que «en muchas ocasiones desconcierta a los usuarios de los archivos por qué no existen documentos que fueron producidos y que, en teoría, deberían existir». La respuesta, señala, es que se destruyeron. «Los documentos fueron considerados símbolos de poder y de las élites» y por eso se eliminan, explica.
Coincide Escalante, quien señala que las épocas donde más documentos históricos se destruyen es durante las guerras. Pasó en la Guerra Civil, «periodo negro de la historia y también para los archivos», señala. Pero también cuando la Guerra de la Independencia, porque los franceses no solo expoliaron arte en Andalucía y el resto de España. También quemaron y se llevaron documentos de gran valor.
Al borde de la ilegalidad
Además del valor histórico, los documentos que guardan los archivos tienen un valor económico. ¿Cuál? Complicado de decir, señalan los expertos porque en la mayoría de los casos están protegidos por la ley. Pero eso no impide que haya un mercado. «Se compran y venden, claro. Casi siempre de colecciones particulares, pero es siempre bordear la ilegalidad o caer directamente en ella», advierte Escalante.
Pero, ¿cuánto dinero se puede pedir por un documento histórico? Lo que se quiera. Aunque, señalan quienes trabajan con legajos antiguos, en muchas ocasiones quienes venden no saben muy bien lo que tienen. Por ejemplo, el año pasado la Policía interceptó un documento del siglo XVI que se vendía en una página web por unos 300 euros.
Aunque es «muy complicado» valorar cuál es el documento más importante que hay en Andalucía, señalan los expertos, coinciden en apuntar al Archivo General de Indias, en Sevilla, como el fondo histórico más relevante de la comunidad. «Es espectacular», explica Escalante.
El archivo, además de un lugar de peregrinación para investigadores y académicos, es la memoria histórica palpable de una España imperial con territorios en América y Asia. En ese edificio, que está junto a la Catedral sevillana y cerca del río, donde llegaban los barcos del Nuevo Mundo, se apilan hojas y hojas de información sobre qué pasaba en aquí y, también, lo que acontecía allá.
No solo hay archivos públicos especulares. También los privados pueden tener un valor incalculable. Es el caso del archivo de la Casa de Medina Sidonia. Con seis millones de documentos, algunos con siglos de historia, se trata de un tesoro que ahora afronta un momento decisivo.
Porque un juzgado de Sanlúcar de Barrameda -donde está el palacio y la fundación de los Duques de Medina Sidonia- ha ordenado un reparto del patrimonio que complica el futuro de tanta historia documentada. Son la Junta y demás administraciones quienes deberán plantearse si ejercen su derecho de tanteo y se hacen con la propiedad del archivo o se la juegan a una división entre los herederos que puede complicar el futuro de este tesoro documental.
Más allá de los líos legales sobre el archivo de los herederos de la Duquesa de Medina Sidonia, hay otros fondos documentales en la comunidad. Están, por ejemplo, los provinciales, que se remontan 600 años y son los más numerosos en la comunidad. También el ya citado Archivo de Indias, en Sevilla, o el de la Junta de Andalucía, que nació con la constitución de la primera estructura autonómica.
A esos se suman los archivos empresariales, que «atesoran documentos de las sociedades mercantiles», explica Mercedes Fernández, de la Universidad de Málaga en la revista del Centra. En estos documentos está la historia económica de Andalucía, pero también pistas sobre las condiciones laborales en el pasado.
A esos se suman los archivos de los sindicatos como CCOO; el Histórico de Protocolos de Granada; los que tiene cada diócesis en la comunidad y guardan la memoria de los ritos cristianos y sus fieles a lo largo de los siglos así como los nobiliarios de las Maestranzas de Sevilla y Ronda. Los archivos militares, por su parte, son depositarios de la presencia del Ejército en Andalucía. Todos ellos, aseguran los expertos, son ventanas al pasado pero, a la vez, garantía para los ciudadanos, que ante cualquier cuita legal acuden a ellos para dirimir sus problemas.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete